El anuncio de la muerte de Karine Ruby ha causado gran conmoción. Su fallecimiento va más allá del esquí y el snowboard. La atleta era un icono del deporte francés. Contaba Fabien Saguez, Director Técnico de la Federación Nacional de esquí, que tenía un carácter fuerte, tranquilo y que era muy respetada por su talento y humildad. Roselyne Bachelot, Ministra de Sanidad y Deportes de Francia, y Bernard Laporte, Secretario de Estado para el Deporte, han expresado sus condolencias para una deportista que popularizó el snowboard en Francia. Se ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos.
Nacida el 4 de enero de 1978 en Bonneville, Haute-Savoie, Francia, Karine Ruby se convirtió en 1998 en la primera campeona olímpica de snowboard femenino de la historia después de adjudicarse la prueba del gigante paralelo en los Juegos Olímpicos de Invierno de Nagano (Japón). Además de la plata en 2002 en la misma categoría en los Juegos de Salt Lake City (EE.UU.), la francesa fue seis veces campeona del mundo (dos en Gigante, una en Slálom Paralelo y tres en snowboardercross). También logró 67 triunfos y 122 podios en la Copa del Mundo, además de 6 Globos de Cristal de la General.
Se retiró tras los Juegos Olímpicos de Turín 2006, y actualmente trabajaba como Guía de Alta Montaña, gracias al curso que comenzó en 2005 en la Escuela Nacional de Esquí y Alpinismo en Chamonix. Las dos personas que la acompañaban eran clientes suyos.