Hace años que proyecta una pequeña ampliación que le permitiría crecer hasta los casi 14 kilómetros de pistas gracias a un telesquí. La nueva zona es totalmente virgen, tiene unas grandes posibilidades para usuarios de mas nivel, pero allí vive el urogallo plácidamente, al menos hasta ahora. El Director de la estación afirma que necesita de esa ampliación para continuar con los 26 puestos de trabajo fijos que genera la estación, pero los ecologistas se niegan en rotundo a que se le toque un solo trozo del espacio del urogallo.
La temporada pasada, pensando que ya tendrían los permisos, comenzaron a talar algunos arboles para configurar las nuevas pistas, pero en Julio de ese mismo año llegó auto judicial que condenaba esa actuación. Además, el Estado y la Comunidad de Commuuns de Donezan eran condenados a pagar 6.000 euros al Comité ecológico de l'Ariège, France Nature Environnement y Nature Midi-Pyrénées, que exigían el abandono del proyecto. Pero Georges Vigneau, Director de la región, afirma que el Tribunal no ha condenado la forma sino el fondo, ya que la Prefactura si ha dado el visto bueno a la ampliación.
Lo que de puede ver en todo esto, es que ambas partes tienen dos conceptos distintos sobre la biodiversidad y su protección. Mientras para los ecologistas no se debería tocar nada y dejar la zona del Valle de la Maure en paz, para Vigenau es precisamente la actuación en esos bosques lo que puede permitir que el urogallo siga en buen estado y que se desarrolle mas todavía. Lo cierto es que curiosamente, es en las zonas bajas de las pistas de esquí donde el urogallo prefiere estar y donde mas cantan.
Se da el caso de que los expertos en el Parque Natural de Les Vosges (Francia), y Werner Suter, un especialista en investigación animal de Suiza, afirman que los urogallos sobreviven mas en zonas donde hay claros que en bosques espesos como los que hay en la zona donde se pretende ampliar Mijanès. Crear claros permite que crezcan las bayas y vegetación herbácea que proporcionan alojamiento y alimentación (insectos, en particular). Según los expertos de Les Vosges, los arándanos son ricos en vitaminas y esenciales para preparar a las aves para soportar la temporada de invierno, durante el cual habrá poco más que brotes de coníferas para sobrevivir. Sin embargo, los arándanos no crecen en las hileras de los pinos. Las pistas hacen de claros como los bosques boreales, según reza el estudio de estos expertos.
Pero Antoine Gaillard, portavoz de France Nature Environnement afirma que las pistas no juegan ese papel y que perjudican la capacidad de anidar y reproducirse. Un argumento mucho menor que el de los expertos, pero suficiente para decir que la lucha no ha terminado y que su asociación permanece alerta. Para ellos los urogallos no comen arándanos, sino agujas de pino, bayas y algunos escarabajos. En cambio en Les Vosges hablan de saltamontes y hormigas...
En todo caso se prepara un verano 'calentito'. Georges Vigneau ha puesto en su lado de la balanza el lado económico, "para los que viven en la ciudad, 26 puestos de trabajo no es nada, pero para nosotros es la destrucción de un desarrollo económico de una población donde viven 535 personas. ¿donde está el lugar del hombre en todo esto?".