José Luis Llamazares González, responsable del grupo de Montaña de la Guardia Civil con sede en Mieres, ha estudiado a fondo el tema y es autor del libro «Derechos y obligaciones en el esquí y en la montaña». A su juicio, la necesidad de una legislación que regule la actividad en las estaciones resulta «acuciante» y, especialmente, según precisa, «para las pistas de esquí alpino y todo el entramado que convive a su alrededor, como, por ejemplo, los transportes, las escuelas de esquí, guías o agencias». Para Llamazares, el cumplimiento de esta legislación «obligaría a contar con vigilantes de seguridad», que, explica, «tendrían que perseguir a los usuarios temerarios y hacer cumplir la reglamentación a los esquiadores y a las empresas explotadoras de todos los servicios de la estación».
Para el autor de «Derechos y obligaciones en el esquí y en la montaña», «hay gente que se cree que llegar a la nieve es un juego sin responsabilidad alguna y no es así. En todos los deportes se debe de ser responsable y sobre manera en el esquí, que está considerado como un deporte de riesgo». A este respecto, lamenta que, pese a que la Guardia Civil suele establecer controles en los accesos a las principales instalaciones, «se ha visto a esquiadores jóvenes, y no tan jóvenes, bajo la influencia de sustancias alcohólicas, estupefacientes y estimulantes».
Por su lado, los responsables del sector que redactaron el documento base realizado por el Senado, en 2006, como base para una futura ley del esquí, destacan la necesidad de «tipificar las conductas que se consideren infracciones» y «aprobar un régimen de sanciones para esquiadores y estaciones».
La mitad de los esquiadores de Pajares utiliza casco, según un informe del complejo invernal
Los expertos coinciden en destacar la relevancia del uso del casco para evitar lesiones de gravedad en el caso de accidentes durante la práctica del esquí. Pues bien, según una estadística elaborada, el pasado 15 de febrero, por el personal de la estación invernal de Valgrande-Pajares, algo más de la mitad de los usuarios de las instalaciones utilizan protección para evitar daños por golpes en la cabeza.
Según los responsables de Valgrande-Pajares, el estudio se realizó sobre una muestra de 492 esquiadores, entre las nueve y media y las diez y media de la mañana. De todos ellos, 249 llevaban casco cuando accedían a las pistas del complejo.
Además, y es un dato muy positivo, el 98,19 por ciento de los niños que estaban en la estación en el momento del estudio llevaban protección.
El director de Valgrande-Pajares, Felipe García Pertierra, asegura que los datos de esta estadística «son muy puntuales, de un día concreto y a una determinada hora», pero destaca que se llevó a cabo «con gran concurrencia en la estación, ya que ese día se registraron casi 3.300 usuarios». Por ello, aunque no quiere extrapolar los datos a cualquier otra jornada de esquí, el responsable del complejo estima que los resultados «dejan a las claras el aumento progresivo del uso del casco entre los esquiadores que disfrutan de las pistas de Valgrande-Pajares».
Los especialistas consideran que la utilización del casco es recomendable para todos los esquiadores, pero hacen incidencia en que esta protección resulta todavía más necesaria en niños menores de doce años. Su uso evita graves lesiones en el caso de que se produzcan accidentes por choques entre aficionados o por caídas.
La ponencia del Senado para una ley de esquí en España incluye la obligatoriedad del uso del casco para esquiadores menores de edad.
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