Igual que en Abril
"¿Para qué esperar? ¿Por qué no aprovechar el momento ahora que tenemos tanta nieve y de calidad tan excelente?", respondió ayer el director del complejo invernal, Xavier Nolla, al ser preguntado por este diario. "Además, por norma general, la gente suele disfrutar mucho esquiando en noviembre. Hemos comprobado, en años anteriores, que la afluencia de esquiadores en 10 días de este mes es casi la misma que la que se registra en todo un mes de abril, cuando la nieve ya es de calidad primavera", indicó.
Nunca antes, en los 41 años de historia de la estación gerundense, "se había empezado tan temprano la temporada", afirmó Nolla. "Posiblemente, nunca en la historia de las estaciones de esquí catalanas se haya empezado tan pronto. Otra cosa es, evidentemente, el esquí fuera de pistas, que es imposible controlarlo", agregó Joaquim Alsina, director gerente de la Associació Catalana d'Estacions de Muntanya (ACEM).
"Si se cumplen los pronósticos meteorológicos, que predicen frío y más nieve para las dos próximas semanas, es posible que tengamos la nieve garantizada hasta el final de la temporada, al menos en las zonas más altas y la cara norte", indicó el directivo de Masella, que lleva una semana trabajando duro para contratar al personal eventual necesario para asegurar la apertura de pistas.
Ajenos a la crisis
Parecen empeñados los empresarios del esquí en aparentar que la crisis económica no va con ellos. Ya el pasado septiembre sorprendieron incrementando las tarifas (especialmente en los forfaits de un día, que experimentaron aumentos de hasta el 9%, muy por encima del coste de la vida). Ahora están convencidos de que la gran cantidad de nieve que acumulan en las pistas va a permitirles superar con creces las dos malas temporadas anteriores. "Si todo va bien, podríamos tener una campaña de entre cinco meses y cinco meses y medio", lo que significa contar con entre 150 y 165 días de esquí.
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