Los tres esquiadores fallecieron el 4 de enero de 2008 sepultados por un alud de 300 metros en el paraje Garmo la Mina de Formigal cuando practicaban esquí. Los fallecidos fueron dos deportistas vascos -Íñigo Enrique Zurita-, de 37 años y vecino de Vitoria, y Daniel Osambela Echeverría, de 36 y natural de San Sebastián, y un zaragozano. Este último, Miguel Ángel Rodríguez, de 35 años, era además trabajador de la estación de Aramón-Formigal. Según explicaron en este momento fuentes de la empresa, se encontraba en el lugar realizando una labor fotográfica, ya que trabajaba en el área de comunicación y márqueting de la estación.
La cámara que portaba este último fue analizada posteriormente por el gabinete científico de la Guardia Civil, a petición del Juzgado nº 1 de Jaca que instruye el caso. Según fuentes próximas al caso, al parecer, parte de las fotografías que el propio Miguel Ángel Rodríguez había realizado antes de ser atrapado por el alud, habían sido borradas antes de entregar la cámara a las fuerzas de seguridad que realizaron los atestados del accidente.
Según detallan las mismas fuentes, los expertos de la Guardia Civil emitieron un informe el pasado 14 de abril, que se remitió al Juzgado nº 1 de Jaca el 8 de mayo. Además, aseguran que el gabinete científico recuperó las imágenes supuestamente borradas, que serán aportadas como pruebas, junto con otros documentos, el día de la declaración de los imputados ante la juez. En estos momentos, continúan las tareas de instrucción y se espera la citación de los testigos a declarar.
El estado de la pista
El escrito en el que se solicita al juez la imputación de los dos responsables de Formigal añade que "es evidente que la pista donde se produjo el accidente tendría que estar cerrada". Es una de las circunstancias que se tienen que esclarecer en la investigación iniciada por el fiscal. Según fuentes próximas, habría que comprobar si la pista estaba cerrada y con una señal que informaba del riesgo de aludes 4 o si bien, estaba abierta y la indicación de riesgo era menor.
La petición del fiscal de que los directivos de Formigal declaren como imputados no presume que vaya a existir una acusación contra ellos, puesto que será algo que tendrá que derivarse en todo caso de las declaraciones que realicen ante la juez. El caso ha estado abierto en todo momento. La familia de Miguel Ángel Rodríguez, conocido por el apodo Chusky, denunció los hechos con el ánimo de conocer las circunstancias en las que se produjo la muerte de su hijo.
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