Precipitaciones en forma de lluvia helada en Ontario y Québec provocaron graves problemas de tráfico en las zonas meridionales de las dos provincias. En Montreal, carreteras heladas provocaron que numerosas escuelas se vieran obligadas a permanecer cerradas. En Toronto, la mayor ciudad del país, la situación es similar, con el cierre de carreteras y escuelas y retrasos en los aeropuertos por el hielo.
A las temperaturas extremas y la lluvia helada se suman fuertes vientos con rachas de hasta 100 kilómetros por hora, lo que ha obligado al Servicio Meteorológico de Canadá a advertir sobre la posibilidad de heladas instantáneas. Los fuertes vientos han derribado arboles y torres de electricidad en Ontario, lo que de momento ha dejado a unas 25.000 familias sin energía.