En los mejores días, hacían tres bajadas!!
Para repasar un poco la historia de esta estación, y el amor de sus gentes por ese proyecto, nos deberíamos remontar a 1.947, cuando un incendio destruye los baños termales de Aulus, prácticamente el único negocio del que vivían sus habitantes. Alguien debió mirar entonces hacia la parte mas alta de la montaña, y vió a los miembros del ski club Saint-Gironnais tratando de ascender como podían el Col de la Trappe en unas condiciones difíciles de imaginar hoy en día. Sin accesos, remontes, ni facilidad, aquellos aficionados ascendían con pesados esquís al hombro, desde la Trappe hasta el Prat Mataou...El Ayuntamiento de Aulus ve en esa aventura, una manera de salvar la economía del pueblo. En 1952 comienzan los trabajos que permiten adecentar el camino de Aulus a La Trappe. Finalmente, el aparcamiento se finaliza en 1961 y ese mismo año se crea el SIALTU Syndicat Intercommunal d’Aulus, la Trappe, Ustou.
Inmediatamente despues de la apertura de la estación, se colocan los primeros telesquís (La Trappe, Souleillous y Vallon Blanc) creando al mismo tiempo las primeras pistas. Tambien se empieza a mejorar la carretera de acceso, hasta que en 1968 se asfalta totalmente.
Pero no es oro todo lo que reluce. Tan enfrascados estaban en montar todo aquello, que nadie se paró a hacer números ni ver cuantos esquiadores atraían a sus pistas, y esos números eran rojos. Así que con la dificultad de devolver los préstamos pedidos, el Ayuntamiento a través de SIALTU, le da la concesión a S.E.T, Société d’Équipement Touristique, más conocido como Pippi, por el nombre del dueño de la nueva sociedad, Adrien Pippi.Personaje curioso el tal Pippi. Era un empresario de Tolousse que hizo fortuna con la fabricación de soportes de hormigón armado para líneas eléctricas y que compra la estación de Guzet como un nuevo rico: Con dinero contante y sonante. El acuerdo se firma el 28 de abril de 1968 por 30 años pero bajo unas condiciones: renegociación de la deuda de los municipios, pago de una comisión del 0,5% del volumen de negocios de los remontes al municipio de Ustou y SIALTU. Además, permisos para urbanizar, que en aquella época, los avanzados ya sabían que el filón estaba ahí!!
Y hay que reconocer que aquella fue la época de oro de la estación, en el que se asfalta y mejora el acceso de Guzet y Prat Mataou, se contruyen chalets, viviendas, y se instalan seis telesquís en el valle de Guzet. En 1976 se monta el primer telesilla, y en 1977 se amplia hacia Freychet, llevando a los esquiadorea hasta la cota de 1.900 metros. Tan emocionado estaba este hombre, que no se le ocurrió otra cosa que dinamitar el valle de Turgilla para abrir la pista de plateau de Gérac, actuación que se completa en 1.979. Y aquí topó con los ecologistas, que viendo que cada vez iba mas lejos, le pararon los pies logrando declarar la zona de Cagateille como zona reservada, bloqueando sus planes de ampliación hacia este area.Empieza entonces una época monótona, con números justos, pero sin apenas inversión, y así nos encontramos con la catastrófica temporada de 89/90, en que la SET, que en esa época ya se había fusionado con la empresa madre de Pippi (SIEBA, Société Industrielle d’Exploitation du Béton Armé) anuncia números rojos, que la SIEBA no puede asumir porque tambien tiene problemas financieros y sencillamente, se desentiende de la estación de esquí.
Y es que aquel hombre, un visionario pero amante de la naturaleza y la montaña, no gozó de ninguna subvención ni ayudas, y construyó todas sus zonas residenciales integrándolas en el entorno, replantando tantos abetos, que 25 años despues de todo aquello, aún te puedes encontrar con todo ese arbolado, herencia del buen señor Pippi.Con todo, SIALTU le quita el contrato a SIEBA, evidentemente, pero la empresa de Pippi le pone una denuncia que no se resuelve hasta el 9 de septiembre de 2004, cuando SIALTU paga un millón de euros de los cuatro que SIEBA reclamaba. Por fin, la estación puede volver a soñar con nuevas inversiones. Doce años antes de la resolución judicial, SIALTU le encarga la gestión de la estación a la Compagnie Française de Loisirs, quien encarga a M. Hadad, con experiencia en la gestión de una estación de esquí en las Rocosas del Canadá, que nombre un nuevo cuadro directivo.
Así llega Arthur De Tourton, que toma la plaza de director, aunque poco puede hacer. Hasta que en 1999, se toma la decisión de invertir 10 millones de euros para modernizar Guzet y evitar su desaparición. Se modifican y modernizan los accesos, se colocan cañones de nieve, y se crea un restaurante de altitud. Parece que estas inversiones dan su fruto, y la estación vuelve a 'andar'.
La gestión no obstante, sigue dependiendo del Ayuntamiento, por lo que varios inversores privados se interesan por la estación de esquí, aunque por mas ofertas que se hace, el Sindycate Mixte sigue gestionando dos años mas las instalaciones, hasta que llegan dos temporadas que vuelven a marcar la estación: 2005-2006 con un récord histórico de ingresos (1.750.000 euros), y la temporada 2006-2007, y su falta de nieve por todos conocida, con otro record pero en el sentido inverso.
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Altiservice, sociedad anónima creada en 1990, con un capital de 5.120.000 euros, es una filial al 100% Lyonnaise des eaux, con sede social en Toulouse (volvemos a casa de Pippi!). Es la sociedad gestora de estaciones de esquí, mas grande del Pirineo: Luchon-Superbagnères (31km), Saint-Lary (65km), Gavarnie-Gèdre (65km), Artouste (64km) y Font-Romeu/Pyrénées 2000 (66km).
Guzet por su parte, es una estación con vocación familiar (aunque sin desemerecer la pista negra de Freychet), con 40 Km de pistas, repartidos en 31 pistas a las que se accede desde 14 remontes.
