EL PROYECTO |
Zona de instalación: Entre los kilómetros 19,5 y 21,5 de la carretera de acceso a Fuentes de Invierno y San Isidro. Se colocarán en cuatro puntos específicos. Tramitación: Finalizado el estudio de impacto ambiental. Recomendaciones: Cuidados especiales con la fauna autóctona, como el águila real y el urogallo. Época recomendada: Segunda quincena de julio. |
La autorización está condicionada a que el transporte de los materiales necesarios para las obras se realice en helicóptero, lo que evitará abrir pistas en los montes. El informe aconseja que los aparatos no sobrevuelen las zonas con ocupación constatada de nidos durante la época de cría, que va de febrero a julio. Por ese motivos, los autores consideran preferible que las barreras se coloquen «a partir de la segunda quincena de julio». La recomendación deja al Principado margen suficiente para iniciar los trámites necesarios con el fin de ejecutar la obra en 2008.
Recogida de materiales
El estudio ambiental asegura que el proyecto «no afecta al urogallo cantábrico», pero recoge una serie de recomendaciones, debido a que los trabajos se realizarán en una zona de distribución de esta especie. Por ello, indica que se incremente la visibilidad de las barreras mediante «señalizadores». Se trataría de instalar salvapájaros para evitar posibles colisiones de urogallos en vuelo.
Además, según destaca el documento preliminar de impacto, será obligatorio tener un especial cuidado con los materiales utilizados en las obras. Las normas obligan a recogerlos para que no contaminen el monte con residuos o lleguen a convertirse en combustible en caso de un incendio. Con todas esas salvedades. El desarrollo de los trabajos resultaría compatible con el proyecto ambiental sobre los recursos naturales, la fauna y la flora de una zona incluida en el LIC Aller-Lena. El primero de los dos concejos, que ha hecho del esquí su principal apuesta turística, aguarda el permiso con mucha expectación.
Dos kilómetros
El proyecto está concebido para evitar el cierre de los accesos a las estaciones de San Isidro y Fuentes de Invierno a causa de las avalanchas de nieve y para garantizar la seguridad de la carretera, ya que en algunas ocasiones se han producido siniestros por esta causa. Las obras incluyen la instalación de barreras flexibles antialudes en cuatro puntos diferentes de ambas márgenes de la vía en un tramo de dos kilómetros.
Según el estudio ambiental, la elección de estas estructuras, que se colocarán en las zonas de generación para evitar la creación de aludes, viene determinada por su alta eficiencia, su baja afección al tráfico durante las obras y su integración dentro del paisaje de alta montaña. Las barreras se instalarán, por tanto, en las áreas de generación, dispuestas en varias hileras para impedir que la nieve se ponga en movimiento y derive en aludes sobre la calzada.
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