La temporada de nieve está siendo
más que insólita debido a la ausencia de precipitaciones. Los datos corroboran que se trata de una situación particular, porque
desde 1991 las estaciones siempre han tenido unos grosores superiores a los de este año por estas fechas. Además, también es extraordinario el hecho de que las pistas estuvieran abiertas para el Puente de la Inmaculada, algo que en las
últimas 16 temporadas sólo sucedió en
diciembre de 1994 y se ha vuelto a repetir en esta ocasión.
 | | | Esquiadores fuera de las pistas de Pal |
Así, las cifras de la información sobre pistas que puntualmente ha publicado el
Diari desde 1991 revelan que las estaciones de esquí se han abierto siempre la
primera semana de diciembre. Y lo han hecho, en un par de temporadas, con unos mínimos de 10 centímetros (de 20 la más repetida), y un máximo de
hasta 150 centímetros, que era el que acumulaba Soldeu-el Tarter el
5 de diciembre de 1996. La mejor situación de todas las registradas durante el puente de la Inmaculada fue la de 2002, cuando en las pistas de Andorra había
entre medio metro y 130 centímetros.
Con respecto a la Navidad, las cifras también muestran que el estado de las pistas esta temporada no ha sido normal. Y es que de las dieciséis temporadas comparadas nunca se ofrecía gruesos de
entre 10 y 20 cm., como ha sucedido este año. La tónica habitual ha sido que se acumularan al menos entre 20, y 150 centímetros en las zonas más elevadas. Los mejores datos son las que podían encontrar los esquiadores que disfrutaron de una bajada durante las fiestas de 1993, puesto que se llegó a cotas de
60 a 180.
Enero no mejora
La comparativa de los
últimos dieciséis meses de enero también indica que el de 2007 es
el peor de todos. Y lo que todavía es más preocupante es lo que dice la previsión meteorológica:
No nevará hasta febrero. Ayer las pistas tuvieron una jornada llena de nubes y niebla en algunos casos, pero sin precipitaciones que los permitieran incrementar los gruesos de entre
10 y 40 centímetros que ofrecen estos días. Una cifra muy inferior a la del resto de temporadas desde 1991, cuando el mínimo que se ha registrado es de 20 centímetros (
sólo dos años) y s’ha llegado a
máximos de hasta dos metros y medio, como en 1997.
Imagen de Grandvalira en las navidades de 2006-2007
