A la cabeza de nuevos proyectos está el concejo de Aller, que tiene en construcción una estación de esquí, conocida ya como Fuentes de Invierno. Desde el Ayuntamiento, se ha pedido oficialmente al Principado un plan integral de formación para los trabajadores de la futura estación. Si la reclamación del concejo es asumida por el Gobierno regional, Aller podría convertirse en referente español en deportes de invierno, ya que el concejo aspira a crear un centro de referencia formativa, sobre todo en los trabajos más técnicos.La propuesta de Aller ha sido avalada por asociaciones nacionales de esquí y direcciones de las principales estaciones que hay repartidas por el país. Piden más apoyo institucional para potenciar este sector y una legislación específica. El Senado se encuentra precisamente en plena discusión de un borrador del que puede resultar la futura ley del esquí, en el que ya consta una pequeña referencia a cómo regular la formación de los trabajadores de las estaciones.
Textualmente dice lo siguiente: «Establecer un régimen de requisitos mínimos para las escuelas de esquí y la titulación exigida a los profesores, con establecimiento de su régimen de derechos y obligaciones».
El Centro de Formación de Deportes de Invierno de Sierra Nevada (CEDI) es uno de los pocos complejos españoles que ofrece títulos oficiales para ejercer como monitor de esquí. Sus responsables consideran «básica» una regulación inmediata de esta actividad profesional. La normativa que hay en vigor no garantiza, según los expertos, la resolución de los problemas básicos a los que se enfrentan muchas de las estaciones. «Desde que salió la ley reguladora de Deportes de Invierno en el 2000, todavía no se ha conseguido acabar con la lacra de que las empresas contraten a gente no titulada. El pirateo sigue funcionando», explicó uno de los responsables. La Escuela de Baqueira (ETEVA) y la Escuela Española de Enseñanza de Candanchú completan la oferta formativa oficial para monitores en España.
La situación es aún peor, según los profesionales, en otros puestos de trabajo de cualquier estación. Los «pisters», maquinistas y controladores de remontes son formados por los propios complejos invernales en los que trabajan a través de cursos puntuales o de reciclaje de personal. Desde la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (ATUDEM), se ha hecho algún intento para exigir oficialmente una titulación para todo el personal necesario para un complejo invernal, desde las azafatas que acompañan a los visitantes, hasta los conductores, controladores de remontes o «pisters». «Es un tema que preocupa. En Aragón, por ejemplo, las estaciones se encargan de formar a sus propios trabajadores», explicó José Luis del Valle, director comercial de Aramón, la entidad que engloba a cinco de las siete estaciones aragonesas.
Desde algunas asociaciones de esquí se está haciendo un importante esfuerzo para cubrir los déficit de formación en este sector. Es el caso de la Asociación de Estaciones de Esquí de Cataluña y Actividades de Montaña (ACEM), que anualmente recibe en torno a 300 alumnos para la larga lista de cursos formativos que tiene. «Para nada hay apoyo de la Administración», explicó Noemí Márquez, una de las responsables de ACEM. Su opinión la ratifica Paloma García, responsable de Atudem. «Ahora, este sector se regula más directamente por las comunidades autónomas. Hace años, había más apoyo de la Administración central», añadió.
Éste y otros datos animan al Ayuntamiento de Aller a seguir negociando con el Principado un proyecto de formación para la futura estación de esquí. El primer objetivo marcado es que los profesionales que trabajen en Fuentes de Invierno reciban un plan de formación específico, aunque el Consistorio tampoco descarta otras actuaciones más ambiciosas, como convertir a Aller en referente de formación con un centro pionero. «Veo a Fuentes de Invierno con opciones. Estamos en un momento idóneo para hacerlo y convertirnos en pioneros», explicó el segundo teniente de alcalde, Alfredo González Arango. La negociación está abierta.Perfil del trabajador en pistas
El perfil del trabajador de cualquiera de las estaciones de esquí que hay repartidas por el país es muy similar. Joven, de entre 25 y 35 años y con aspiraciones de vivir de esta profesión, un reto que no es nada fácil. Uno de los escollos es la eventualidad de los contratos, ya que la temporada de esquí dura como máximo seis meses del año. Esta circunstancia obliga a muchos trabajadores a pasar el invierno en España y marcharse a otros países del Hemisferio Sur durante el verano austral, como es el caso de Argentina. «Es la única garantía que tienen de trabajar los doce meses del año», aseguran los expertos.
Otros prefieren una segunda alternativa. Trabajan durante la temporada invernal como monitores de esquí o trabajadores de mantenimiento de las estaciones y el resto del año se convierten en monitores de tiempo libre o profesionales del sector de la hostelería. Algunos no cambian de escenario. En las estaciones de esquí más consolidadas las actividades de verano son numerosas, lo que permite a parte de la plantilla mantener su puesto de trabajo. Este último perfil es el que más encaja en los planes del Ayuntamiento. «Sería una buena forma de crear actividad económica y mantener población», añadió Arango.Según los planes del Principado, el complejo del Alto Aller no será sólo una estación de esquí, sino también un centro de diversas actividades de ocio el resto del año para que sea Fuentes de Invierno y de verano.
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