Los sectores de la construcción y la industria son los más seriamente afectados por la imposibilidad de los vehículos de más de 10 toneladas de acceder al valle de Benasque, a causa del derrumbe acaecido en la noche del pasado jueves en el punto kilométrico 389,900 de la N-260. Sin embargo, existe preocupación entre el sector turístico del valle, sobre todo por garantizar el suministro energético -de gasoil y butano-, y en la estación de esquí de Cerler, ante un fin de semana que se preveía al cien por cien de ocupación y para el que ya se están registrando algunas anulaciones.
El alcalde de Benasque, José Ignacio Abadías, y la alcaldesa de Castejón de Sos, María Pellicer, coincidieron en resaltar la rapidez con que Fomento ha puesto en marcha el operativo para intentar reestablecer el tráfico, por lo menos para vehículos ligeros, que se restableció a última hora de la tarde, si bien son conscientes de que los vehículos pesados pueden tardar hasta quince días en volver a circular por este punto.
Desde primera hora de la mañana de ayer, el personal del Ministerio de Fomento, con ayuda de un camión y dos excavadoras limpiaron y aseguraron el tramo de más de 20 metros afectado por el derrumbe que sobrevino a última hora de la tarde del pasado jueves en el kilómetro 389,900 de la N-260, en el Congosto de Ventamillo.
SEguimiento en el foro sobre el acceso a Cerler desde el Congosto del Ventamillo
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