Esquí y snowboard de lujo

Los remontes de última tecnología también han servido para ampliar la práctica de los deportes de invierno.

Descensos personalizados, prendas más exigentes, mayores servicios y pistas de calidad son en la actualidad el común denominador de las estaciones de esquí. La evolución técnica del material ha renovado por completo la filosofía del deporte blanco. Las tablas de esquí o de snowboard son muy específicas y seguras y, junto a una vestimenta tremendamente técnica, han popularizado aún más el sector del esquí.

Cabe destacar que los deportes de invierno tienen cada año más aficionados. Con un crecimiento anual aproximado del 3%, el volumen de esquiadores en las pistas es superior. Ante tal demanda, la ampliación de las áreas esquiables, junto a la sustitución de telesquís por remontes de última tecnología, no se ha hecho esperar.

La aparición del carving, en la década de los noventa, abrió una nueva era al deporte blanco. Diversión, facilidad de aprendizaje y progresión rápida, fueron desde entonces las pautas del esquí. Con unas tipologías muy concretas, las tablas poseen un diseño propio y los resultados están más que garantizados. No en vano, la segmentación del deporte blanco es cada vez más evidente.

El amplio abanico de modalidades blancas ha disparado también la línea textil, con prendas personalizadas y en concordancia al tipo de especialidad a practicar. Ligereza, impermeabilidad y regulación térmica son los parámetros de las prendas actuales. Una vestimenta muy técnica compuesta por tres capas, bajo una estética intachable y complementos como son los bolsillos provistos de forro polar, indudablemente eficaces para combatir el frío, o enganches para llevar los forfaits, entre otros.

Y mientras el número de esquiadores sigue creciendo, (sólo por las pistas estatales pasaron más de seis millones de visitantes la temporada pasada), las estaciones han tenido que adaptar sus instalaciones con el fin de evitar las colas kilométricas que, aunque en menor escala, son frecuentes todavía en algunas áreas pirenaicas.

Por otro lado, la sustitución de telesquís por cintas transportadoras en las zonas de debutantes, como en Baqueira Beret, Boí Taüll, La Molina, Port del Comte o en todas las pistas andorranas, son un hecho real.

En ambos casos, aparte de facilitar el embarque al esquiador, con el tapiz rodante o los telesillas de seis plazas desembragables, se ha despejado y se ha ampliado la zona esquiable, como sucede en las pistas de Arinsal. Las antiguas líneas de los telesquís y telesillas de dos plazas, sustituidos por remontes de última generación, se han convertido en pistas esquiables, lo que ha ampliado la absorción de esquiadores en las mismas.