Algunos destinos, al otro lado del 'charco'

Estados Unidos y Canadá ofrecen fantásticas posibilidades de disfrutar del esquí tanto en pista como fuera de ella en unas condiciones de innivación, ambiente salvaje, soledad y lujo desconocidas en los centros de esquí europeos y, por descontado, españoles. El actual poderío del euro hace tentadoras estas alternativas.

La mítica estación de Aspen (Montañas Rocosas, Colorado), refugio de artistas de Hollywood y deportistas norteamericanos, traslada el glamour al mundo del esquí. En 2.000 hectáreas de montañas e inmensos bosques se refugian, perfectamente camufladas en el terreno, cuatro estaciones: Snowmass, Aspen Mountain, Aspen Highlands y Buttermilk.

Aspen es más que una montaña. El problema es elegir la estación, la pista, el hotel, las tiendas donde ir de 'shopping' y donde cenar. Según el folleto oficial, sólo en 'Aspen city' hay más de 100 restaurantes de lujo.

Entre caribúes
Más extrema y arriesgada es la oferta de THL de British Columbia (Canadá). Propone heliesquí en la amplia extensión de glaciares de Tyax Mountain, a 200 km. al norte de Vancouver, la capital. Es una tierra espectacular y virgen, donde los helicópteros hacen las veces de las telecabinas y es habitual esquiar entre caribúes.

Operan con helicópteros Bell 212, con capacidad para 11 pasajeros, a los que acompañan guías profesionales. Las nevadas anuales superan los 14 metros y la temperatura normal es entre -5º y -15º. Sólo para esquiadores con nivel.

Las estaciones de The Canyons of Park City (Utah), el estado mormón, a 35 minutos en avión de Salt Lake City, ofrecen la infraestructura de los Juegos Olímpicos de 2002 en un ambiente de alta montaña. La calidad de la nieve de Utah tiene fama, por ser especialmente seca y fácil de esquia (www.peaks.com).

Finalmente, Jackson Hole (Colorado) ofrece la posibilidad de despedirse del espectacular 'Corbets Couloir', el telecabina que ha hecho famosa a esta estación.