Sin embargo, frente a la relativa opulencia en la que se mueven últimamente las instalaciones de esquí, los vecinos de la urbanización de Valgrande, en la parte baja de la estación, se quejan de que, por el contrario, se encuentran en el más absoluto de los abandonos. Denuncian problemas con la recogida de basura y con el alumbrado público. Además, se reconocen cansados de que vacas y caballos campen a sus anchas entre los edificios, con el consiguiente problema de suciedad, en forma de defecaciones, que ello conlleva (sic).
Una simple visita a la urbanización confirma que las quejas de los residentes no son caprichosas. La iluminación pública es claramente deficitaria y, además, la abundancia de ganado hace que más de un automovilista que intenta acceder a la zona alta de la estación se vea obligado a detenerse ante la profusión de vacas y caballos sueltos por la calzada. Otros animales se dedican a pastar tranquilamente a las mismas puertas de los edificios o en el campo de golf, que también presenta un aspecto de avanzado deterioro.
Los portavoces de los residentes también denuncian que no resulta nada infrecuente que el agua corriente salga de los grifos con una gran cantidad de barro, debido a que, según apuntan, «no se han instalado unos filtros adecuados para garantizar la potabilidad del líquido». Por lo que se refiere al alumbrado público, el vecindario se queja de que «apenas funciona», puesto que, apuntan, «nadie se ha preocupado de reparar una avería que se produjo hace más de un año».
Además de reclamar un «sistema adecuado» para impedir el paso de ganado suelto a la zona residencial y las áreas de juegos y recreo, los residentes también hacen un llamamiento a la Administración local para que se mejore la frecuencia de la recogida de basuras, para evitar de esta manera que los contenedores permanezcan llenos a rebosar durante varias jornadas.
Más señales
Entre las reclamaciones de los usuarios de la urbanización también se cuenta la necesidad de instalar señalización horizontal en la carretera de acceso y salida de la estación, así como en sus calles interiores. Aun reconociendo las mejoras que se han llevado en el complejo de esquí, los propietarios y residentes en la urbanización de Valgrande-Pajares aseguran que la situación de esta zona causa un impacto muy negativo en los visitantes que se acercan a la estación.
Pese a las críticas por la situación del área residencial, la Dirección General de Deportes tiene entre sus objetivos ampliar la oferta de alojamientos en esta zona. El propio director general, Daniel Gutiérrez Granda, reconocía hace unos meses la necesidad de contar con un hotel en el complejo, mientras que el Ayuntamiento de Lena ha incluido en su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) una amplia franja de terreno en la que está permitida la edificación.
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