Se trata del accidente más grave registrado en Austria hasta ahora en un teleférico, pero todo apunta a que en este caso la causa es externa: el siniestro se produjo cuando una carga de hormigón que transportaba un helicóptero cayó sobre una de las telecabinas.
Por eso, explicó hoy el ministro austríaco de Transporte, Hubert Gorbach, de momento las investigaciones se centran en el gancho de hierro que sujetaba un contenedor con más de 700 kilos de hormigón, para verificar si cumplía con las normativas de transporte.
En rueda de prensa en la localidad tirolesa de Solden (Austria), donde se produjo el siniestro, Gorbach confirmó que aún no es posible determinar si se trató de un fallo técnico o un error humano, pero prometió 'un esclarecimiento completo' de los hechos.
El ministro dijo creer que, de acuerdo con la información recopilada hasta ahora, el accidente fue consecuencia 'de un encadenamiento trágico de hechos'.
Su colega, el ministro alemán de Transporte, Manfred Stolpe, se lamentó en la misma rueda de prensa de que 'en la región de vacaciones más hermosa de Centroeuropa haya tenido que pasar esta catástrofe'.
El siniestro acaeció hacia las 13:00 hora local (11:00 GMT) del lunes en Solden, 40 kilómetros al suroeste de Innsbruck y unos 500 kilómetros al oeste de Viena, cuando el helicóptero, un aparato de tipo 'Lama SA315B' que volaba a unos 90 kilómetros por hora y a unos 200 metros por encima del teleférico, perdió la carga exterior que transportaba.La misma impactó contra una cabina, que se desprendió del cable guía y cayó, causando la muerte de tres de sus cinco ocupantes.
Además, el impacto sacudió hasta tal punto otras dos góndolas, que seis de sus ocho ocupantes salieron despedidos al vacío y fallecieron al chocar contra el suelo.
El propietario de la empresa de transporte del helicóptero, Roy Knaus, declaró hoy en la ya citada rueda de prensa que el piloto, de 35 años, había obtenido el permiso para transportar cargas exteriores hace un mes, y que de las 850 horas de vuelo que ya había acumulado, 150 corresponden a ese tipo de vuelos de carga.
Según Knaus, el piloto, a quien las autoridades hasta el momento no han podido interrogar debido al estado de fuerte shock en el que se encuentra, le aseguró que en ningún momento había tocado el mecanismo, ni el electrónico ni el manual, para soltar la carga y que no se podía explicar cómo o porqué se desprendió.Hasta el momento, según las autoridades austríacas, no hay indicios de que el piloto haya violado alguna norma.
Mientras, continúan las tareas para identificar a las víctimas mortales, todas ellas de nacionalidad alemana que habían venido a los Alpes tiroleses de vacaciones para esquiar.
Al menos en tres casos esa tarea es tan difícil que serán necesarios análisis de ADN, explicó por su parte Rudolf Koll, el fiscal responsable del caso.
Seis de las víctimas eran menores de entre 11 y 13 años que pertenecían a un grupo de esquiadores provenientes de la región de la Selva Negra (en el suroeste de Alemania), mientras que las tres restantes eran adultos pertenecientes a un club de esquí de Múnich.
El hormigón era transportado a la estación de montaña Schwarze Schneid I-Bahn, situada a 3.309 metros de altura, en la región de esquí de invierno de Soelden, donde se encontraban alrededor de 300 personas.