La temporada de esquí por fin va tomando forma en las estaciones altoaragonesas. A pesar de que ni Astún ni Panticosa pudieron abrir ayer sus instalaciones a causa del viento, sí lo hicieron el resto de centros invernales, que acogieron a los cientos de turistas llegados hasta la provincia para disfrutar de las últimas jornadas de esquí del año o las primeras de 2005. Las últimas nieves caídas permiten aumentar el área esquiable, que cada vez cuenta con mayores espesores. En cuanto al tiempo, las previsiones aseguran que continuarán las nevadas por encima de 600 metros.
HUESCA.- A pesar de que no nos encontramos en los niveles de anteriores inviernos, poco a poco las estaciones de esquí altoaragonesas van aumentando sus remontes y pistas, a la espera de que la nieve caída estos días pueda salvar la campaña navideña.
Las estaciones de esquí del Valle del Aragón, Astún y Candanchú, cuentan por fin con buenos espesores de nieve que, tras las precipitaciones caídas en la última madrugada, superan el medio metro en la mayor parte de las áreas preparadas para la práctica del deporte blanco. No obstante, el fuerte viento impidió ayer abrir la estación de Astún. Aunque a mediodía, con cielo despejado, las rachas de viento habían rebajado su intensidad en buena parte de la estación, en la zona alta se mantenían, informa Luisa Pueyo.
Este centro invernal esperaba poner hoy de nuevo a disposición de los deportistas sus instalaciones, con 29 pistas (3 verdes, 3 azules y 13 rojas) que completarán 26 kilómetros de área esquiable, a las que se podrá acceder mediante 13 remontes, de los que 6 son telesillas y el resto, telesquís. Astún recibió en la noche pasada 50 centímetros en precipitaciones de nieve, con lo que dispone de un mínimo de 60 centímetros y un máximo de 1 metro.
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