La tradición esquiadora de Andorra le ha impedido quedar al margen de esta tendencia, hasta el punto de revolucionar su pequeño mundo de nieve. Según los datos aportados por Ski Andorra, la asociación que agrupa los complejos invernales del Principado, las inversiones de cara a la temporada, que comenzó el pasado 27 de noviembre, se han elevado a 34,5 millones de euros.
Nuevos remontes, innivación artificial y otros servicios de las estaciones han convertido a Andorra en un gigante del ocio invernal y en el más apetecible destino de nieve de los Pirineos. Los esquiadores españoles lo saben bien.
Según los datos andorranos, siete de cada diez clientes de sus estaciones de invierno proceden de nuestro país. El resto es bien variado. Les siguen los franceses y, a considerable distancia, público tan plural como ingleses, escoceses y, desde hace unos años, rusos e incluso israelíes, que adquieren paquetes en sus respectivos países, donde se incluye la estancia en Andorra y el viaje, primero hasta Barcelona en avión y luego por carretera hasta las pistas de esquí.
Lo más destacable ha sido la simplificación de la oferta de nieve. Algo que comenzó la pasada temporada con la unión de las estaciones del norte del país: Soldeu-El Tarter y Pas de la Casa. Una reivindicación histórica y algo que cuesta creer no se produjera antes, pues la cercanía era tal, que disfrutaban de pistas comunes.
CELEBRACIONES
Grand Valira, que así se llama a uno de los dominios esquiables de los andorranos, celebra su primer cumpleaños con enormes novedades. Con 220 pistas que se extienden por 193 kilómetros y 1.776 hectáreas, estamos ante la estación de esquí más grande de la Península Ibérica, con una extensión sólo comparable a las más extensas alpinas. Éste no es, sin embargo, su mayor mérito. Las inversiones para este aniversario han superado los 20 millones de euros. La consolidación del forfait único para todas las pistas, tanto el de temporada como los de dos o más días, aporta comodidad y más prestaciones a los usuarios, que pueden acceder a las pistas por cualquiera de los seis sectores en los que se organiza Grand Valira.
Se trata, además, del forfait manos libres, elemento en el que aquí son pioneros en Pirineos. Ésta es una tarjeta magnética del mismo tamaño que las de crédito, que los tornos de accesos leen sin que haya que sacarla del bolsillo o llevarla colgando de engorrosos alambres o gomas.
El precio del forfait de día es de 35 euros, el mismo que la temporada pasada. Los niños deben pagar 27 euros, aunque si llevan casco se les descuenta 1,5 euros. La instalación de un nuevo telecabina en El Tarter, con capacidad para 2.000 esquiadores por hora, facilita el acceso a la zona de Riba Escorxada. También se han sustituido los telesillas de Cap del Clot y Coma I, a causa de los nuevos flujos de esquiadores consecuencia de la unión de ambas estaciones.
Una conjunción que ha supuesto ser la única estación pirenaica con tres áreas freestyle. Diferenciadas por niveles, el Snowpark El Tarter es para los más expertos, mientras que el Circuit Grau Roig y el Snow Park Pas son para iniciarse. Por último, se ha potenciado la innivación artificial, que ahora tiene 914 cañones, que cubren la tercera parte del dominio esquiable.
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En el otro lado está Vallnord, la unión de Pal-Arinsal y Ordino-Arcalís, la gran novedad de este año en el Principado. Hablamos de 66 pistas que se reparten en 89 kilómetros y 1.149 hectáreas. Todas se disfrutan con el mismo forfait, igualmente de manos libres, de 30 euros el diario. Novedades
El nuevo telecabina que une La Massana con el sector Pal-Arinsal aporta una notable comodidad y evita los habituales atascos de comienzo y fin del día, al tiempo que coloca la estación a cinco kilómetros de Andorra la Vella. Si por algo hay que destacar Vallnord es por la belleza de sus escenarios. Naturaleza en estado puro, que ofrece 26 kilómetros para el esquí fuera de pista más espectacular de Pirineos. Con todo, en la nieve andorrana no pueden pasarse por alto las actividades complementarias al esquí y el snow. Hablamos de circuitos de raquetas, trineos con perros, motos de nieve, globo cautivo, parapente, recorridos en helicóptero y otros. Por si fuera poco, abajo en el valle, aguarda el apreskí más potente de Pirineos.
Abundantes museos, como el Postal, el del Automóvil y la Casa Areny-Plandolit; multitud de monumentos románicos y una prestigiosa oferta restauradora son sus platos fuertes. El Palacio de Hielo de Canilló y Caldea, el centro termolúdico más amplio de Europa completan la oferta. Y después, quedan las compras. Aunque esto sí que es otra historia.
GUÍA
INFORMACION
Grand-Valira.
El acceso desde Canillo está a 10 kilómetros del núcleo Les Escaldes-Andorra la Vella. Altitud, entre 1.710 y 2.640 metros. Desnivel, de 930 metros.
Instalaciones:
Funitel, 4 telecabinas, 8 telesillas desembragables de 6 plazas, 6 telesillas desembragables de 4 plazas, 11 telesillas fijos de 4 plazas, 5 telesillas fijos de 2 plazas, 15 telesquíes, 9 telecuerdas y 5 cintas transportadoras.
Innivación artificial: 914 cañones.
Pistas: 110 pistas en 193 kilómetros y 1.776 hectáreas.
Información: Tfno: 00 376 808 900. Internet: www.grand-valira.com
Vallnord.
El sector Pal-Arinsal está a cinco kilómetros de Andorra la Vella y a tres de Les Escaldes. Altitud, 1.550 y 2.625 metros. Desnivel, 1.010 metros.
Instalaciones: Un teleférico, un telecabina, 20 telesillas, 15 telesquíes, 2 telebabies, 2 telecuerda y 3 cintas transportadoras.
Innivación artificial: 445 cañones.
Pistas: 58 pistas en 89 kilómetros y 1.017 hectáreas.
Informacion: Tfno: 00 376 737 000 Internet: www.vallnord.com>
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