El accidente se produjo en una pista de poca dificultad, según explicó ayer el director de la estación invernal, Jérôme Meunier. El esquiador francés falleció tras sufrir un fortísimo impacto en el pecho que, según el médico que le atendió en la estación, le provocó una rotura de las arterias cardiacas. El practicante de snowboard no resultó herido, aunque estaba muy conmocionado, según las mismas fuentes.
Algunos testimonios explicaron que el choque se produjo cuando el esquiador se precipitó contra el surfero, que estaba parado más abajo. "Hay que recordar que en las pistas quien baja es quien debe controlar su velocidad y prever el comportamiento de las personas que están más abajo", recordó un policía. "La velocidad ha tenido que ver en este accidente, pero el esquiador también tuvo mala suerte, porque es extraño que un choque tenga un resultado mortal", subrayó Meunier.
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