La instalación asturiana está cerrada por falta de nieve, mientras que la leonesa aún resiste con cinco kilómetros esquiables en Cebolledo y Requejines, pero las reservas, según fuentes de la propia estación, podrían acabarse en el plazo aproximado de una semana. Las altas temperaturas de las últimas semanas han impedido la puesta en marcha de los sistemas de innivación artificial.
La estación invernal de Valgrande-Pajares lleva más de una semana cerrada por falta de nieve, y la leonesa de San Isidro ya sólo tiene reservas para seis o siete días en la zona de Requejines y Cebolledo. Como las previsiones meteorológicas no son halagüeñas, esta temporada de esquí en la cordillera lleva camino de convertirse, de largo, en la peor de los últimos años.
La ausencia de nieve ya provocó retrasos en la apertura de la temporada de esquí, tanto en Pajares como en San Isidro, dos estaciones que en los últimos meses rara vez mantuvieron espesores significativos. En el caso asturiano, los cañones de innivación artificial resultaron decisivos en más de una ocasión para permitir la apertura de pistas al público, pero las altas temperaturas de las últimas semanas han impedido que siguieran en funcionamiento.
San Isidro, pese a las dificultades, está resistiendo con cinco kilómetros esquiables en las áreas de Requejines y Cebolledo. Sin embargo, fuentes de la instalación han advertido de que en el caso de que no nieve en breve no durarán abiertas mucho más de una semana. Y eso siempre y cuando no llueva, algo que, según fuentes de la propia estación, resultaría fatal para las pistas. La temporada blanca no está siendo únicamente nefasta en San Isidro y en Pajares.
La estación cántabra de Alto Campoo sólo permanece abierta para uso turístico, ya que la ausencia casi total de nieve no permite el uso deportivo.
Cambio climatológico
Aunque aún queda mucho invierno por delante, la situación tendría que cambiar radicalmente para que la valoración de la temporada pudiera ser positiva, especialmente en lo que se refiere a Valgrande-Pajares, ya que en San Isidro, al menos, las pistas abiertas en Cebolledo y en Requejines se llenan todos los fines de semana.
Para los próximos días, los partes meteorológicos apuntan a una importante bajada de temperaturas que, sin embargo, no se verá acompañada por precipitaciones en forma de nieve, una situación que no invita demasiado al optimismo ni en Valgrande-Pajares ni en San Isidro.
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