Aunque esos contactos no se han concretado en compromisos concretos, el director general de Deportes del Principado, Daniel Gutiérrez, ya dejó claro en varias ocasiones que el Gobierno regional vería con buenos ojos que la iniciativa privada colaborase en el desarrollo de la estación invernal de la vertiente asturiana de San Isidro.
Se trataría, salvando las distancias, de poner en marcha iniciativas similares a las de la Diputación de León para financiar las obras de ampliación de la estación de San Isidro, favoreciendo en la subasta de los terrenos de Salencias, en los que está previsto un gran área residencial, a aquellas empresas que, como contraprestación, ofrezcan actuaciones concretas para las instalaciones, donde se prevé ampliar el número de kilómetros esquiables y construir un polideportivo y una piscina.
Además de las inversiones en el complejo invernal, el Ayuntamiento de Aller, según comenta el alcalde, el socialista Gabriel Pérez Villalta, está recibiendo un goteo casi constante de peticiones para la apertura de instalaciones hosteleras en el entorno de la estación y en todo el alto Aller, la mayor parte de ellas ligadas al turismo rural.
El regidor allerano está convencido de que los «efectos beneficiosos» de Fuentes de Invierno no se limitarán únicamente a su concejo, sino que se extenderán a toda la comarca y a el área central de la región, toda vez que, según Villalta, la estación invernal atraerá a esquiadores de todo el norte de España y de Portugal.
Según las previsiones, los primeros esquiadores podrán disfrutar de la estación de la vertiente asturiana de San Isidro a finales de 2005. Las obras comenzarán por los accesos y el aparcamiento a finales de verano. Posteriormente, se ejecutarán las pistas, los remontes y el edificio central de servicios. El Ayuntamiento de Aller cederá dentro de unos días al Principado los terrenos necesarios para ejecutar la actuación y, en el plazo de un par de meses, tendrá listo el plan especial de ordenación urbana para el complejo.
La inversión prevista para la puesta en marcha de la estación de esquí se sitúa en torno a los 10,8 millones de euros, incluyendo accesos, zonas de aparcamientos, remontes, pistas, infraestructuras y servicios generales. Las instalaciones se completarán en sucesivas fases con elementos tales como cañones de innivación artificial.
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