Habían oído hablar de ella, pero la sensación de tocarla fue "una sorpresa" y la experimentaron con todo el cuerpo porque "no cesaron de revolcarse ni de dar volteretas". Aún les quedan múltiples experiencias que disfrutar, ya que se les han programado visitas al circo, a las playas de Salobreña y Motril, al desierto de Tabernas (Almería), rutas rurales, concursos de paellas y paseos turísticos por la capital granadina.
Se trata del cuarto de los cinco grupos de niños iraquíes, procedentes de Nayaf y Diwaniya, que recibirá la Base Aérea de Armilla, en una iniciativa que pretende hacerles olvidar, al menos por unos días, el horror de la guerra.
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