La nieve existente en estas instalaciones, situadas en las partes altas del valle, presentaba un nivel de humedad y una estrechez de capa que no eran las más idóneas para la práctica de los deportes de invierno. El fuerte viento del Sur que asoló la zona y la lluvia caída durante el sábado tampoco mejoraron las condiciones, que, sin embargo, no detuvieron a los deportistas que acudieron a las estaciones invernales. El domingo la situación mejoró al despejarse el día.
Las instalaciones dispusieron este fin de semana de más de 27 kilómetros de pistas esquiables, que presentaban una capa de nieve entre 30 y 40 centímetros de espesor. Las tempranas nevadas de esta temporada han sido recibidas con entusiasmo entre los aficionados. Comercio, hostelería y esquiadores han puesto este año sus esperanzas en un invierno largo y blanco que ratifique una temporada llena de ilusiones. Pajares ultima sus obras de mejora.
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