El parque Nacional de Aigües Tortes y Estany de Sant Maurici, la única zona con esta denominación de todo Catalunya, podría crecer en breve hasta un 10 por ciento, ampliando su superficie protegida en 4.000 hectáreas, de las cuales 1.400 se incluirían en la zona de mayor protección (el resto pertenecerían a la zona periférica o de pre-parque). La propuesta aprte de manera conjunta de los ayuntamientos de Sort, La Torre de Cabdella, Rialp, Vilaller y Llavorsí. La decisión, pendiente sólo de cuestiones técnicas, deberá tomarla a principios de octubre el patronato del parque, según informa el diario La Vanguardia.
Dentro de los municipios de Sort y La Torre de Cabdella, quedarán protegidas las partes altas de Cabdella y Serra de Rei, en las faldas del pico Peguera, y los collados de Saburó y Monastero, que son de un gran valor natural. En esta área también se ampliará la protección a estanques como el de la Mainera y el de Saburó, de alto interés por los ecosistemas que los rodean. Además de Sort, que con la nueva ampliación empieza a hacer efectiva su histórica reclamación de una entrada al parque nacional, tanto Llavorsí como Rialp verán como dentro de sus términos municipales se amplía el espacio periférico de protección del parque. El caso más llamativo se da en Vilaller, donde la ampliación de la zona periférica del parque en el valle de Besiberri evitará que en esa área se construya una minicentral hidroeléctrica, justo en el valle de las faldas de los dos picos que da a la entrada sur del túnel de Vielha. Esta zona de gran valor paisajístico y natural podría quedar desnaturalizada por esa infraestructura y el Ayuntamiento ha decidido salvarla en una decisión que hace unos años hubiera sido impensable.
La propuesta de ampliación viene respaldada por el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y el Conseller de Medi Ambient de la Generalitat, Ramón Espalader. Ambos representantes firmaron un acuerdo económico para la gestión del parque durante los próximos cinco años, que supone un empujón financiero importante, (más de 2,2 millones de euros al año, aportados a partes iguales por las instituciones autonómica y estatal). La medida ha satisfecho incluso a los grupos ecologistas locales, que destacan la importancia de que los habitantes de las zonas de valor ecológico se den cuenta de que la presencia de un Parque Nacional conlleva ventajas económicas.
De momento, la primera medida consistira en habilitar nuevos accesos al parque: las dos entradas operativas en la actualidad, una desde Espot y otra por el valle de Boí, están saturadas: se calcula que, entre las dos, reciben más de 415.000 visitas al año. La ampliación supondrá que se podrá acceder al Parque a través de cuatro comarcas, y que cada una contará con su propia entrada. Además de las ya existentes (Boí está en la Alta Ribagorça y Espot, en el Pallars Sobirá), se añadirán accesos por Naut Aran, en la Val d’Aran y por la Torre de Cabdella, en el Pallars Jussà.
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