El oficio de nevero
Neveros eran los hombres que durante los meses de verano subían con caballerías a las zonas más altas de la Sierra donde la nieve nunca desaparece, y de noche, evitando los rigores del sol, emprendian el camino de regreso cargados de nieve para su distribución en Granada y posterior uso como remedio terapeutico y como medida refrescante.
Aunque hay escritos del siglo XVI que ya recogen este oficio, es en el siglo XVIII cuando se regulan ciertos aspectos del mismo.
El abastecimiento de la ciudad y la comecialización de la nieve por las calles de Granada era sacado periodicamente a subasta por el gobierno municipal, obteniendo el arrendador el derecho exclusivo de venderla en la ciudad.
Ya a principios de dicho siglo la nieve generaba en Granada sólidos intereses economicos y una cierta actividad mercantil, llegando incluso a ser, su disponibilidad, un signo de distinción social.
Neveros eran los hombres que durante los meses de verano subían con caballerías a las zonas más altas de la Sierra donde la nieve nunca desaparece, y de noche, evitando los rigores del sol, emprendian el camino de regreso cargados de nieve para su distribución en Granada y posterior uso como remedio terapeutico y como medida refrescante.
Aunque hay escritos del siglo XVI que ya recogen este oficio, es en el siglo XVIII cuando se regulan ciertos aspectos del mismo.
El abastecimiento de la ciudad y la comecialización de la nieve por las calles de Granada era sacado periodicamente a subasta por el gobierno municipal, obteniendo el arrendador el derecho exclusivo de venderla en la ciudad.
Ya a principios de dicho siglo la nieve generaba en Granada sólidos intereses economicos y una cierta actividad mercantil, llegando incluso a ser, su disponibilidad, un signo de distinción social.
En 1899, el escritor Johananer Rein escribía: "Los neveros granadinos son arrieros que en verano trabajan generalmente para las heladerias y mesones, trayéndoles nieve desde las cumbres de la Sierra. Los helados y granizados que aún hoy se pueden degustar en las tardes de verano en las plazas y alamedas, se elaboraban exclusivamente a partir de la nieve"
En 1922 se instalo la primera fabrica de hielo en la calle Varela, desapareciendo de manera súbita un oficio y un negocio que, por lo menos, llevaba cuatrocientos años practicandose.
Sin embargo, debido a los apagones y restricciones eléctricas de la posguerra, entre 1945 y 1950 se volvio a recurrir nuevamente a la nieve de la Sierra. Se utilizaron en esta ocasion camiones que trasladaban hasta Granada grandes cajones de nieve prensada para su venta en cafés, heladerias, hospitales, y algunos particulares.
El día de Santiago de 1950 fue la ultima vez que se bajo nieve de la Sierra con fines comerciales.
Lo que sí ha pervivido en el tiempo es el nombre del "camino de los neveros", el más natural y frecuentado de cuantos historicamente han existido para acercarse desde Granada a la Sierra: Puente Verde, Cervantes, las Conejeras, los Rebites, el Contadero, La Raya, la cuesta de los Desmayados, la fuente de los Castaños, el Purche, la funte del Muerto, las estribaciones del Dornajo, para desde ahi, seguir por donde discurre hoy la carretera asfaltada hasta la cima del Veleta. Extraido de "Sierra Nevada, una gran historia", de Manuel Titos