Llega ese gran momento de la temporada, el puente de diciembre, el que junta la Constitución y la Inmaculada. Y este año cae particularmente bien para poder hacer 5 días seguidos cogiendo un solo día de fiesta. Si a esto le sumamos que esta temporada hay muchas ganas y mucha nieve, no hace falta ser adivino para prever lo que puede suceder en los próximos días.
Serán días de gente, mucha gente o muchísima gente. Dependerá del momento y del sitio, pero nadie escapa al frenesí de este puente. Muchas estaciones inauguran temporada y la gente suele responder en masa. Por tanto, no parece el mejor combinado para tener grandes días de esquí. Pero se trata de cambiar un poco el chip e intentar disfrutar cuando se puede, que suele ser yendo algo a contracorriente.
Toca madrugar para poder empezar bien pronto y, de esta manera, asegurarse unas buenas bajadas a primera hora. Normalmente al poco tiempo habrá que buscar esas zonas que suelen tardar algo más en llenarse, que habitualmente son las más altas y a partir de ahí, quizás es momento de retirarse, que una buena retirada a tiempo con los deberes hechos es una victoria. Y siempre nos quedarán las últimas horas del día, que también suelen ser buenas, aunque la nieve, no tanto.
En fin, que no me lo voy a perder. Hace tiempo que cambié la manera de enfocar estos días y salí ganando. Piensa en que vas a esquiar bien un rato y lo que venga de más, bienvenido.
La ventaja es que hay mucha nieve y tendremos muchos km abiertos. En La Molina+ Masella, por ejemplo, abrirán la conexión y podremos repartirnos por 120 km de pistas, que siempre facilita las cosas. Y en casi todas partes están para abrir casi todo.
Y como día no esquiado, es día de esquí que no vuelve, intentemos esquiar lo que podamos y a pasarlo todo lo bien que nos dejen. Y tú, ¿cómo enfocas el puente?
¡Nos vemos en las pistas!