Ya me avisaron de que esta última cena me gustaría... y no se equivocaron. Juntas nieve y tecnología industrial y el tema puede ser apasionante. Y si el invitado es Technoalpin, el mayor fabricante e instalador de sistemas nieve producida del mundo, ya lo tenemos todo en un solo paquete.
Como representante de este monstruo tuvimos a Mauro Peresson , el agente de Technoalpin en España. La verdad es que nos hizo una clase magistral de cómo funcionan los cañones y la evolución tecnológica que han seguido desde mediados de los 80, cuando empezaron a implantarse en nuestra geografía, hasta nuestros días.
Os cuento un poco algunas cosas que pudimos aprender:
El funcionamiento de los cañones depende básicamente de tres factores: temperatura, humedad y dirección y fuerza del viento.
En el mundo de la producción de nieve se trabaja con el concepto de temperatura húmeda, que es una relación entre la temperatura seca (la que nosotros conocemos) y el % de humedad. En función de esta temperatura se necesitará más o menos aire para producir nieve. Y la cantidad de aire necesario puede ser hasta unas 5 veces mayor cuando la temperatura sea alta. Por tanto, económicamente hablando conviene producir nieve a temperaturas húmedas bajas. Aquí tenéis una tabla de la relación de aire necesario en función de la temperatura húmeda:
Lo que más me llamó la atención es el consumo energético que tiene un cañón actual respecto a los primeros, que hace que con el ahorro se pague sobradamente el cambio a un sistema más nuevo.
Los sistemas antiguos están basados en una mezcla de aire-agua dentro del cañón. Actualmente, la mezcla se realiza fuera del cañón, logrando una mayor eficiencia.
Los kW necesarios de bombeo de agua para producir 1 m3 de nieve son los mismos que antes, pero ahora se necesira mucho manos aire, por lo que el consumo de compresor ha bajado un 80%, haciendo que la energía necesaria para producir 1 m3 de nieve sea hasta 5 veces menos cuando la temperatura no es muy baja, que es cuando más aire se necesita.
Entiendo que los kW consumidos se refiere a kWh, aunque este dato no lo he podido contrastar.
Esta varación ha llevado a, con la misma cantidad de aire, poder bombear mucha más agua y producir más nieve. Para que os hagáis una idea del tamaño de los motores que llevan estas bombas:
Otro dato interesante es la densidad de la nieve producida, unos 500 kg/m3, que es mucho mayor que la de la nieve natural (que se mueve en torno a 100 kg/m3), lo que ha provocado que junto a la inversión en nieve producida se tenga que renovar el parque de máquinas pisanieves, ya que cuesta mucho más mover volúmenes de nieve producida que de natural y las máquinas antiguas no pueden con una montaña de nieve que puede pesar hasta cinco veces lo que una de nieve natural.
Los cañones pueden ser de alta y baja presión. Los de alta son los que parecen mástiles y que se encuentran a los lados de las pistas, mientras que los de baja presión son unos más bajos, de forma cilindrica y que son portátiles. Son mucho más caros, pero pueden producir mucha mayor cantidad de nieve y en peores condiciones. Normalmemte se utilizan para cubrir una zona que en un momento determinado necesita nieve.
Y como siempre, la cena estuvo genial y pude ver de nuevo a mucha gente, ya que a la última no pude asistir. Sigo quitándome el sombrero ante esta iniciativa del Club Gourmet Daffi porque lo pasamos en grande cada vez.
No se me ocurre mejor manera de acabar la temporada que con un sarao de estos. Ahora a esperar a que vuelva de nuevo la temporada y con ella estas cenas que tanto nos gustan.