No es nada fácil hacer un viaje transatlántico para esquiar en Norteamérica. Son viajes caros y se necesitan bastantes día libres. Llevaba once años esquiando sin salir más lejos que a los Alpes, soñando con que, quizás algún día podría regresar a la que, a mi gusto, es la mejor estación de esquí del mundo. Pero mira tu por donde, a veces los sueños se cumplen.
Cuando se planteó este viaje skisafari a Canadá, la mayor ilusión era esquiar de nuevo en Revelstoke. Me daba igual la zona de Banff e incluso Whistler. Yo lo que queria era Revelstoke, era una condición sine qua non.
Di mucho la paliza a mi compis del club, para que esquiaramos al menos dos días en esa estación y les expliqué que, claramente era la mejor de todas. Ellos viendo el mapa pistas, no tenían muy claro eso de que sería la mejor, pero bueno. Menos mal que me hicieron caso porque, todos me acabaron dando la razón.
El caso es que, el domingo 5 de febrero 2023, llegamos a nuestro hotel Super 8 by Wyndham Revelstoke BC, tras 4 horas de conducción desde Panorama Resort, cruzando paisajes increíbles por el Roger Pass, recorriendo el Parque Nacional de los Glaciares mientras nevaba y anochecía. El viajecito fue bonito pero también algo difícil en algún tramo. Fue uno de los desplazamientos más largos de nuestro viaje.
Finalmente llegamos sobre las 20:00 a Revelstoke. Ya nos hemos quitado prácticamente la mitad de toda nuestra ruta, desde Calgary a Vancouver, esquiando 10 días en las mejores estaciones de Canadá. Dejamos las maletas, una ducha rápida y salimos a cenar.
Mapa de la ruta a realizada
Nos metemos en una hamburguesería cercana, nos sentamos en las mesas y, al rato, aparece un grupo de personas por la puerta. Los acomodan en mesa de al lado nuestra y los oímos hablar en español. No le damos mucha importancia a esto y seguimos a nuestro rollo. A los 5 minutos, se levanta uno de ellos y se dirige a nuestra mesa. Se pone a hablar y me dice son un grupo de nieve de Canarias. En mi mente, empiezo a atar cabos y digo: ¿No te llamarás Fernando?. Él se queda alucinado, me mira el parche de los Gatos de la sudadera y me dice: Ostia Richarddd !!
Increíble pero cierto. Profesor y alumno de reportajes de fotos de Nevasport, se encuentran por sorpresa y por primera vez, cara a cara, justamente al otro lado del mundo, tras años de amistad cibernauta, donde yo le preguntaba cosillas técnicas de fotografía, ya que admiraba sus reports. Además iban a estar dos noches alojados también en el mismo hotel que nosotros. En fin... el mundo es un pañuelo!!
Fue desde luego la anécdota del viaje y una inmensa alegria el poder hablar con Fernando y conocer un poquito más a su grupo y familia: los Canary Snow Team.
Nos fuimos contentos a la cama prontito, al día siguiente se nos venía una jornada de esquí en uno de los templos mundiales del freeride.
El lunes tenía a mi grupo excitado y nervioso. Nos habían hablado tanto de Revelstoke, el grupo de Gatos que días antes estuvieron, que estabamos muy emocionados por comprobar in situ, si todo lo que les habían prometido de este resort era cierto. Pero, la meteo no estaba de nuestra parte. Estaba lloviendo y lo iba a hacer durante dos días seguidos. La cota de nieve estaba muy justita. Me cago en toooo! O sea, vengo aposta a Canadá a esquiar 2 días a mi estación favorita, tras once años esperando, y resulta que llueve. Diosssss, ufff.
Bueno bueno, ya veremos que pasa, no me voy a desilusionar antes de tiempo. Revelstoke es Revelstoke, es un templo del freeride, no puede fallarme. Solo hay que ver la cantidad de motos de nieve que hay por aquí, en el mismo parking del hotel. Como dice mi amigo Pau: en Canadà sino tienes moto de nieve y una pick up, no eres nadie!
Una vez con los forfaits en la mano y en el telecabina, ya parece que no llueve, más bien copea débilmente. Pero ahora me preocupan las nubes oscuras de arriba de la montaña. ¿Habrá buena visibilidad arriba? Dios que nervios! La apertura del telecabina parecía que iba a cámara lenta y se escuchaban algunas detonaciones para provocar aludes. ¿Cuando narices abren el telecabina? Esto está lleno de cazapowders!! Yo estaba acojonado porque en segundos iba a descubrir si la visibilidad era buena o no, algo crucial para el esquí. Por fin abren el telecabina, a las 8:40. Apenas esperamos porque somos casi los primeros. Comenzamos la ascensión en telecabina, la visibilidad por las ventanas era pésima, niebla total. Pintaba muy mal la cosa. Pero, de repente, en el segundo tramo del telecabina...tachan...adiós a la niebla! Ahora sí que sí, me emocioné como cuando mete mi equipo de fútbol un gol en un partido.
Pelos de punta, piel de gallina, euforia!!
Hemos triunfado! Nieve virgen espectacular y buena visión. Ahora si que vamos a disfrutar Revelstoke.
Prepárense por que hay turbo-paquetón!
Enseguida comenzamos a meternos entre árboles.
En la primera bajada no sabíamos ni donde nos metíamos 
Pero no hay perdida: tirad todos para abajo, por lo blancoooo!!! 
Estábamos alucinando con los árboles.
El éxtasis era colectivo y ninguno quería separarse del grupo freeride de cabeza. Era increíble bajar por los bosques, salir a la pista, y enseguida... otra vez los 13 gatos juntos al remonte.
El mapa lo mirábamos poco, solo bajamos y ya. Sin darnos cuenta nos metimos en la línea del telecabina, en la mítica pista doble diamante negro, Kill de Banker, la cual bajamos con mucho sufrimiento, toda una aventura.
Luis alucinaba con el paquetón, y seguía nevando!
Quien visite la estación, debe de saber que, a pesar de sus buenas pistas, aquí se viene a lo que se viene.
A esquiar entre árboles.
La miga de Revesltoke es esquiar por los "glades". ¿A que sí Diego?
El cielo seguía muy nublado.
Pero en ocasiones se abría un poco el cielo, aunque no lo suficiente como para admirar las impresionantes vistas hacia el fondo del valle.
Y al rato volvía a nevar. La nieve era seca en la parte alta de la estación.
El mítico Bowl North también pudimos hacerlo a pesar de la nevada.
El día estaba saliendo redondo, la visibilidad era buena al fin y al cabo.
El North Bowl, tampoco es que sea nada del otro mundo. La salida es una ladera despejada de árboles, empinada y escarpada, a la que se puede acceder desde la cima andando, o también puedes entrar un poco más abajo por la izquierda, sin esfuerzo y perdiéndote poco desnivel.
Lo bonito de North Bowl es el entorno...
...porque se llega a una zona más plana, rodeado de los árboles más bonitos del mundo.
Para luego continuar, siempre entre árboles, a salir a la silla Ripper.
Adentrarte entre árboles es alucinante porque te encuentras en un lugar completamente cerrado, donde no ves ni rastro de la civilización. Solo ves árboles y multitud de huellas en todas direcciones (si es que no están tapadas). Tu solo debes ir eligiendo la línea que mejor te venga e ir siguiéndola. Son bajadas largas, a veces suaves y otras empinadas. No necesitas remar, es apto incluso para tableros. A veces da un poco de miedo porque llevas ya tiempo bajando y no ves la salida del bosque por ningún lado. No hay que preocuparse, acabarás saliendo a alguna pista tarde o temprano. Meterse por los "glades" es cien por cien seguro, este es el mejor lugar del mundo para hincharte a esquiar entre árboles, cómodamente con remontes.
Javi y Jenni, eufóricos!!
Pau estaba también gozándola mucho.
La jornada fue agotadora. Por suerte el hotel tenía jacuzzi. Después dimos una vueltecita por el centro del pueblo de Revelstoke, sobre las 19:00, pero, esto no es Austria. Había poco o nada de ambiente y todas las tiendas cerradas ya.
En fin, poco nos importa el apreski. Aquí hemos venido a esquiar. Al día siguiente, martes, exactamente la misma meteorología. Había vuelto a nevar toda la noche. Araceli estaba contenta.
Nos pusimos otra vez en marcha. Comenzamos el día trillando a lo bestia por la zona de la pista Jalapeño, que repetimos varias veces. En un powderday, las primeras bajadas deben de ser rápidas, con acceso fácil, directamente a trillar por pistas negras con un palmo de nieve fresca, antes que los demás, para abrir tu propia huella. Esas bajadas son a fuego, ni fotos, ni vídeos ni leches. Era una locura de nieve, abriendo huella constantemente.
Una vez calmadas esas ansias con dos o tres bajadones épicos trillando, volvemos a centrarnos en lo divertido de Revelstoke: los glades. ¿Y que son los glades? Bueno, ya lo he dicho en otros artículos, pero lo vuelvo a decir. En Canadá, los glades son zonas de árboles entre pistas, las cuales también les ponen nombre y aparecen en el mapa de pistas, como si de un bowl se tratase.
Aventurarse por ellos es seguro. A primera hora abriras huella y tendras que agudizar tu ingenio para trazar la línea a seguir. Conforme avanza la mañana te vas encontrando más y más huellas, y ya solo es cuestión de seguirlas.
Debes de ir encontrando los huecos entre los árboles e ir bajando...
.. por la línea que más te guste.
Cuando vas por la pista y te desvías hacia algún "glade" no sabes lo que te vas a encontrar.
El glade puede tener un trozo de árboles más separados, y en otras ocasiones mucho más juntos, pero igualmente esquiable. Puedes encontrarte troncos caídos, algún barranco o pequeño cortado, pero suele estar indicado con carteles de advertencia. Vas bajando y a lo mejor ya llevas 5 o 10 minutos esquiando entre árboles, con una nieve buenísima, de otro planeta. A veces paras y alucinas por el entorno. Estas rodeado de árboles y no sabes realmente donde te encuentras. Estas desorientado, pero eso importa cero, eres feliz!
No hay que temer nada mientras no te saltes ninguna de estas cuerdas con señales, que indican el final del dominio esquiable de la estación.
Hay como unos 17 glades en toda la estación. Algunos de ellos son grandes, con muchas hectáreas y varios cientos de metros de desnivel.
Por mucho que os explique, os podéis hacer una idea, pero es mucho más impresionante de lo que aquí estáis viendo en las fotos. Las fotos están hechas en zonas con árboles más abiertos, pero lo normal es que estén más juntos. Vais a tener que ir a comprobarlo
En ocasiones las nubes volvían a cubrir toda la montaña, descargando copazos a tutipleni. Genial, las huellas de por la mañana se volvían a tapar. De nuevo podemos abrir huella en cotas altas.
Esto es Canadá señores! Este rincón de las montañas rocosas canadienses, emplazado en el estado de British Columbia, recibe cada año una media de 13 metros de nieve según las cifras oficiales.
Vamos Richard dale fuerte!!
Powderday total.
Es increíble el desnivel de la estación, alrededor de 1700 metros. Una estación muy bien diseñada, pocos remontes pero un área esquiable enorme. El mapa de pistas engaña muchísimo.
No os he hablado de sus pistas. Hay verdes, azules, y alguna negra pisada, todo lo demás está sin pisar. Un dato importante es que hay dos pistones negros pisados, desde la parte alta de la estación hasta prácticamente la base. Ojito con esas pistas porque son espectaculares, sobre todo la Pitch Black. Esa es una barbaridad, una auténtica rompepiernas, con 1500m de desnivel y una verticalidad tremenda. No sois capaces de bajárosla entera, a un ritmo fuerte sin parar a descansar, os lo aseguro. La verdad es que, la estación no es apta para principantes. Pero al que no les guste el fuera pista, pues bueno, no se va aburrir. Tiene suficientes verdes y azules, y como digo, también alguna negra pisada (aunque solo dos creo, pero que dos!!)
Nosotros nos fuimos con la espinita clavada, por no poder disfrutar bien de descensos completos de todo el desnivel de la estación, ya sea por pista o por fuera. La nieve en cotas altas era simplemente espectacular y muy abundante. En cotas medias ya bajaba la calidad algo, pero en cotas bajas la calidad era pésima, nieve húmeda debido a la lluvia. La cota de nieve estaba muy justita esos días y además la cota baja son solo 600m de altitud. Pero ojo, eso no es mayor problema, porque la estación tiene 1700m de desnivel. Esquiamos siempre por arriba o media montaña. A la base solo descendíamos al acabar las jornadas y poco más.
Lo nuestro son los glades, o lo que se conoce popularmente como "baja por donde puedas".
Lo bonito de Revelstoke es que durante tus descensos freeride, casi nunca te encontrarás telesillas con gente gritando, ni cafeterías ni de nada.
Son descensos muy puros, donde raramente coincidirás con otros esquiadores y donde se disfruta de un contacto directo con la naturaleza y el silencio. Te encuentras solo tú y la montaña. Es una sensación distinta a lo habitual que vemos en estaciones de Alpes.
Dentro del dominio esquiable, podemos encontrar un sinfín de combinaciones de freeride (incluso extremo), todo ello sin la necesidad de contratar un guía, algo difícil de conseguir en Europa, sin contratar un guía. ¿Y por qué? Insisto en que toda la estación está pensada para no perderte y acabar regresando a alguna pista. Pero es que además, en la estación solo hay una pequeña cresta, que está balizada porque es un cortado y no es esquiable. El resto de la estación, o sea el 98%, no tiene ninguna zona de exclusión. Es impresionante por favor, todo es esquiable!!
Por si todo esto fuera poco, también existen dos snowparks potentes, y la joya de la corona, el heliski, el cual puedes contratar en la misma taquilla de la estación por un precio de 1500€ por 5 bajadas, o también la opción más económica, el catski, que vale más o menos la mitad.
Nosotros no vamos muy sobrados de money por lo que, nos conformamos con hacer freeride por la estación a nuestra bola. Hay nieve de sobra y además de calidad. Me dio rabia no poder hacer fotones de paisajes y vistas, que se que son la ostia. Pero la verdad es que ambos días no acompañaron para nada a ese tipo fotografías.
Una nieve seca y suelta que se deja esquiar con comodidad, con sensaciones de flotabilidad muy alta.
La nieve aquí se mantiene muy bien, pues nieva cada dos por tres y la temperatura esta casi siempre por debajo de los -10 grados, aunque hoy no fue ese día.
La verdad es que, como siempre digo, esquiar aquí es como estar dentro de una película de freeride. La felicidad es máxima.
El resort de la estación, no deja de ser una pequeña urbanización de edificios de 3 plantas. Modernos eso sí, ya que en realidad esta estación se inaguró en el invierno del 2007/2008. Pero el entorno de la base de la estación es más bien feo y desestructurado. Un parking caótico, un único remonte para subir a la montaña y, ni un solo bar donde poder tomar una merecida cerveza al acabar tu jornada. El edificio de restauración, es grande eso sí. Se encuentra en la estación intermedia del telecabina, a media montaña. Pero no tiene ningún encanto, como por ejemplo otros lodge chulos como en Lake Louise.
Revelstoke ya digo, su principal atracción es la pura montaña.
Bajas fuera pista y no ves casi nadie. La gente se dispersa por toda la montaña y solo la ves cuando llegas al remonte.
Esquiar entre árboles pues bueno... a veces tiene sus inconvenientes, ¿verdad Raúl?
Todo amante de la montaña y la nieve "flipará" literalmente con la extraordinaria belleza de esta montaña. Hay muchos rincones escondidos por descubrir.
Y es que Revelstoke es una estación de película. Es como un sueño esquiar aquí, Pau se nos volvía loco.
La verdad es que algunos ni parabamos a comer.
Esta señorita de aquí, me prohibía parar a comer. Me daba un trozo sandwich en el telesilla y, subido en él y nevando, me lo tenía que comer 
Pues nada, toca adaptarse. Eso es lo que quieren mis gatos más locos, engorilada máxima!
Debido al gran desnivel total, las condiciones de nieve son cambiantes en toda la estación, sobre todo en días como hoy que la cota de nieve esta muy justita. Sin embargo, uno puede quedarse en la parte alta todo el día y disfrutar a saco igualmente.
El tema glades es increible. Es un paraíso, no me canso de decirlo, la mejor estación del mundo para esquiar entre árboles.
También hay cosas malas en la estación, ojo. Ya he mencionado que los alrededores de la base de la estación son feos. Se suele montar mucha cola al inicio de la jornada, ya que solo hay un remonte para subir a la montaña, y aunque la góndola es rápida y de gran capacidad, la larga cola inicial es inevitable. Eso sí, es la única cola seria que harás, después la gente se dispersa y las colas que puedas encontrar ya son pequeñas. Otra pega son las mínimas señalizaciones que tiene la estación respecto a nombres de pistas. Parece todo en plan salvaje, como naturalista. Es normal perderse un poco, cuando intentas buscar un glade o una pista en concreto.
Respecto al freeride, este es un templo mundial, pero también tiene sus pegas. Por ejemplo, como solo hay una cima, apenas hay tubos. Alguno hicimos en el North Bowl pero, hay poca cosa. Tampoco tenemos muchas palas amplias completamente libre de árboles, como por ejemplo en zonas altas de estaciones de Alpes.
El North Bowl es desde luego donde se concentra lo más extremo, libre de árboles y verdaderas pendientes escarpadas. En él hay pistas marcadas en el mapa, como Dicipline o Mania, de pendiente máxima de 41º grados, ojito. Eso sí, son cortas, apenas 400m si llega, y además, haciendo una diagonal las puedes evitar. No esperes ver balizas, no existen, las pistas te las tienes que imaginar. Lo más extremo del bowl sería hacer el couloir "Door 4", que tiene una entrada que asusta con 52º de pendiente máxima en solo 236m de recorrido, pero hay que andar un buen rato para llegar a él, unos 25 minutos o algo más, desde la silla Stoke y además, está fuera del límite de la estación. Le llaman couloir pero ni es estrecho ni encajonado ni nada. Como todas las pistas que salen desde arriba del bowl, tiene una entrada muy inclinada pero ya está, enseguida puedes detenerte para perder la velocidad, estabilizarte y continuar la bajada ya suavemente por una ladera con una inclinación normal.
En la imagen de arriba, extraída de internet, se ve todo el bowl. Los dos días nuestros, el bowl estaba con mala visibilidad y algo de viento, aunque hubieron algunas ventanas que aprovechamos porque se veía "algo". La línea verde es la que nosotros hicimos para entrar, sin necesidad de andar casi nada. Si andas 10-15 minutos hacia arriba, desde la silla Stoke, tendrías acceso a las pistas negras de doble diamante, osea la línea roja que os he marcado, llamada Discipline. Y si andas otros 10 minutos más, llegarías a la "Door 4", que es la línea negra que os he marcado. El bowl ha sido sede del Freeride World Tour, actualmente ha bajado a la categoría Qualifier. Las pruebas se hacen aquí, o sea, el bowl es la ostia, sobre todo para el espectador y para una competición, ya que queda todo recogido y hay opciones de bajadas muy radicales. Pero ya digo, la parte extrema es demasiada corta comparándola con otras laderas de los Alpes.
El punto fuerte de Revelstoke son sus glades y ya está
En este tipo de freeride es incomparable, ...
... de lo mejorcito del mundo.
Te chiflarán.
Y además, por el medio de los glades, encontrarás distintos saltos de nivel, debido a las rocas y el terreno escarpado. Si tienes un nivel de saltos de película, aquí podrás emular a tus ídolos pues es el lugar es ideal.
Quiero finalizar este artículo con un vídeo, con distintas bajadas en los "glades" que grabamos con la cámara de acción. En él podéis visualizar y vivir más de cerca, la experiencia de lo que Revelstoke es y será siempre: mi estación favorita.
Un saludo y hasta la próxima, ahh, y recordad...sed felices!!
Fotos, vídeos y texto:
Gatos del Pirineo
