Uno de los temas que más preocupan a la mayoría de los aficionados es cómo conducir mejor el esquí interior. Efectivamente, si utilizamos bien el esquí del monte esquiaremos más rápido y más eficientemente pero, no nos preocupemos demasiado: el esquí del valle sigue siendo el dominante y al que más atención deberíamos prestar.
Siempre recuerdo la frase que escuché de un entrenador austriaco: “vale más no ganar unas décimas por confiar mucho en el esquí exterior, que perderlas por estar obsesionado por el interior”. La frase era en los años noventa pero aún hoy sigue teniendo vigencia. Creo que no hay que angustiarse con lo que pasa con el esquí del monte hasta que no somos capaces de conducir correctamente el del valle. Es más, cuando nuestra técnica de base es buena y esquiamos adecuadamente con los esquís modernos, el interior se suele conducir bien de manera natural a poco que nos lo propongamos.
Los problemas con el interior el esquí interior pueden tener varios orígenes. Veámoslo a continuación
Piernas en X o en A. con esta postura, las rodillas están más juntas que los pies. En consecuencia, el esquí interior queda más plano en la nieve y, al tener menor canteo, no se conduce bien.
Posición retrasada. La posición retrasada hace que la cabeza del fémur de la pierna del valle rote al interior, e impide que la del fémur de la pierna del monte rote fácilmente al exterior. De este modo, la postura de las piernas pude quedar en A o en X como hemos explicado anteriormente.
Exceso de inclinación. El exceso de inclinación sin la angulación de cadera correspondiente, hace que tengamos que confiar en exceso en la rodilla del valle y provoca que las espátulas de los esquís queden divergentes. En consecuencia, uno de los esquís, normalmente el interior, no se podrá conducir adecuadamente.
Olvidar el interior. A veces, simplemente, no sabemos cómo conducir el esquí interior y lo tenemos olvidado, no ejercemos la presión necesaria o lo tenemos excesivamente adelantado.
La solución a todos estos problemas y a algunos más la veremos la próxima semana. Hasta entonces, Felices fiestas y ¡muy buenas huellas!
Carolo © 2005