Como veo que otros colaboradores siguen con sus artículos,
no voy a ser yo menos, je; además, tanto que he criticado a la estación por
cerrar con un paquetón de nieve, y fui el primero en dejar de escribir para
irme de “veraneo”.
A lo que iba. En los artículos que escribí a principio de
temporada, hacía una proposición que a muchas personas les ha parecido
interesante: las sensaciones que obtenemos al esquiar pueden enseñarnos
a progresar y a superar dificultades y, lo que es mejor, las sensaciones –
algunas, claro – son las que nos proporcionan el placer. Si nos
centramos en ellas para progresar ¡Qué más podemos pedir!
Hay toda una corriente científica entre los estudiosos del
deporte que investigan sobre el ámbito de las emociones, y todos los que
he visto coinciden más o menos en que, durante la práctica deportiva, se dan
estados de la mente en el que el pensamiento parece “desconectarse”.
Todos recordamos, seguramente, alguna (o muchas) bajadas en la que nos hemos
desconectado para dar paso a la pura experimentación de sensaciones.
Hay, además, en la búsqueda de sensaciones, un elemento
muy importante, y es que nos mantiene en el presente y en la tarea que
estamos llevando a cabo, con lo que se elimina una de las mayores barreras
que presenta el aprendizaje: distraerse con los errores que hemos
cometido o con la posibilidad o las consecuencias de cometerlos.
Pero no me enrollaré más por hoy, aunque sí daré aquí
una primicia: este será el tema de mi próximo libro. Calculo que tardaré
un par de temporadas en documentarme, madurarlo, escribirlo y corregirlo para
publicarlo, pero mientras prometo que seguiré dando pequeños adelantos en
sucesivos articulillos. Para despedirme, una de las frases que ya están
escritas en el borrador del nuevo librillo: “El aprendizaje es un proceso
de transformación y así, con todas sus consecuencias, hay que aceptarlo. Si
durante éste no experimentas nada extraño, no notas resistencias, no te
sientes diferente, es que nada está cambiando”.
Muy buenas huellas y feliz verano!
Carolo © 2003