Texto: Sergi Mejías
Fotos: archivo Fernández Ochoa
Si de Paula Fernández-Ochoa únicamente dijéramos que es la hija del añorado medallista olímpico de Sapporo ’72, estaríamos faltando gravemente a la verdad. Esta madrileña afincada en Barcelona es una digna sucesora de su progenitor, del que ha heredado su vitalidad, su simpatía y su optimismo. Una mujer cargada de energía -positiva- que proyecta, de manera incansable, tanto en su vida personal como profesional.
Consultora & Speaker en entornos de alta competición, es socia de la consultora Morethanlaw y fundadora de la marca VivircorRiendo. Por otro lado, es la responsable del área de Mujer y Nieve de la RFEDI y forma parte de su Junta Directiva. También es miembro de la Comisión de Igualdad del Comité Olímpico Español.
Y por supuesto, esquiadora.
“Mi lema de vida es “Que a reír no te gane nadie”. Refleja al 100% lo que quiero: darlo todo por VIVIR RIENDO, porque siempre hay un motivo para sonreír y, si no lo tengo, lo busco. La familia es mi pilar, el deporte mi motor y valores como la lealtad e integridad, mi brújula. En constante evolución, siempre asumiendo retos y siendo una eterna aprendiz”.
Hemos hablado con ella de su labor en la RFEDI y también de su vínculo familiar con la nieve.
Desde junio de 2019 formas parte de la Junta Directiva de la RFEDI y eres la responsable de Mujer y Nieve. ¿Qué balance haces tras estos años?
Cuando acepté formar parte de la RFEDI lo hice -además de por pasión por los deportes de invierno y seguir, de cierta forma, la saga familiar- porque se sustentaba sobre un plan estratégico sólido y un equipo muy humano y competente, liderado por May Peus.
Fue importante el hecho de que el área de Mujer y Nieve formase parte de la estrategia de la REFDI.
El balance es excelente. Baste enumerar algunos logros de los últimos años: estructura deportiva ampliada, deuda saneada y mejora de la situación patrimonial en 1,2 millones (con un crecimiento del 60% del presupuesto general); los mejores resultados deportivos en décadas (2 medallas olímpicas, 3 diplomas olímpicos, 1 Copa del Mundo, 5 medallas en mundiales FIS, hasta 10 medallas en mushing la temporada pasada). Incremento del 30% en licencias de deportistas y un 130% en técnicos, patrocinios como Audi, Movistar, Iberdrola, Loterías o BCD Sports, creación del Plan de Ayudas a los Deportes de Invierno Españoles, diseño e implementación del Plan de Igualdad con el nuevo patrocinio de Iberdrola. Publicación del libro Historia de los Deportes de Nieve en España, creación de las Copas de España Inclusivas, en las que compiten deportistas con y sin discapacidad…
Tenemos por delante un futuro sanamente ambicioso.
Apuestas por una mayor presencia femenina en la competición, así como en los órganos de gobierno y en el ámbito técnico. En 2019 ¿qué papel ocupaba la mujer en cada uno de estos aspectos y qué papel juega ahora?
El papel de la mujer en los deportes de invierno siempre ha sido estratégico y, gracias al esfuerzo y dedicación que todo el equipo estamos realizando, evoluciona con una tendencia al alza. El protagonismo femenino cada vez es mayor en los tres estamentos: directivo/gestión, técnico y deportivo.
Tenemos paridad en la Junta Directiva y puestos de dirección/gestión, con un incremento de mujeres en los Organismos Internacionales. En cuanto a licencias femeninas, suponen un 40% del total, con doce mujeres en equipos nacionales más diez en seguimiento: un total de 22 frente a las 13 del año pasado. Y con éxitos deportivos como los de Queralt Castellet, María Hidalgo o Nora Cornell.
El acuerdo firmado con Iberdrola, hasta el 2024, incluye el impulso del programa Mujer y Nieve, la Copa de España Iberdrola de esquí de fondo y el Trofeo FIS Blanca Fernández Ochoa de esquí alpino. Formamos parte de las 32 federaciones que apoya la compañía energética, principal promotor del deporte femenino y la igualdad en España.
Por otro lado, llevamos a cabo una importante actividad en pro de la integración, consolidación, liderazgo y fortalecimiento del rol femenino.
La RFEDI ha asumido como propio el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de sexo, y lo estamos aplicando de forma transversal en cada uno de sus puntos estratégicos.
¿Crees, por tanto, que la mujer no gozaba del rol que debería tener en los diferentes ámbitos de la RFEDI y que poco a poco ha ido asumiendo el papel que le corresponde?
El sector deportivo es uno de los que cuenta con mayor brecha de género. Y esta situación se manifiesta, además de en la práctica deportiva, en la escasa participación de las mujeres en los estamentos técnicos, arbitrales y de gestión. No obstante, no ocurre sólo en los deportes de invierno sino lamentablemente en todas las disciplinas.
Estamos avanzando mucho al respecto, hemos dejado de ser invisibles e incluso inexistentes, el deporte femenino está rompiendo todas las barreras y ya no hay quien frene esta pequeña gran revolución. Tenemos que seguir mirando al frente, trabajando por la promoción de la igualdad de oportunidades y la apuesta por el talento sin discriminación.
Además, también te has hecho cargo de las becas Mujer y Nieve. ¿Cómo funcionan? ¿Qué deportistas se pueden beneficiar?
Estas becas nacieron con el objetivo de ayudar a jóvenes deportistas e impulsar el papel de la mujer en los deportes de invierno. ¡Su resultado ha sido siempre un éxito y, convocatoria tras convocatoria, se va ampliando el número de participantes! Se trata de una actuación dentro de las previstas que presentamos al programa Mujer y Deporte del Consejo Superior de Deportes.
Son becas para la realización de prácticas de mujeres universitarias o de enseñanzas de régimen especial (TD) con los equipos nacionales de la RFEDI o con empresas de turismo deportivo.
Se seleccionan a mujeres con una formación técnica específica en fisioterapia, CAFD, medicina, psicología, técnicos deportivos o de enseñanzas de régimen especial.
Las prácticas se realizan tanto en pretemporada como en temporada y competición, están muy valoradas y demandadas, por lo que desde la Federación se sigue apostando por ellas.
Gozas de una sólida formación académica y ocupas diferentes cargos de responsabilidad. ¿Cómo se consigue que un deportista pueda perseguir sus sueños deportivos y formarse a la vez? ¿Disponen de suficientes ayudas?
Mi formación y trayectoria ha sido clave en mi incorporación en la RFEDI pues, además del vínculo con el mundo de la nieve, la Junta Directiva tiene como criterio de selección la experiencia profesional en el mundo de los negocios. Pero mi caso es diferente al de nuestros atletas, no tuve que compaginar los estudios con la dedicación profesional al esquí; pero lo hubiera hecho, ya que es absolutamente imprescindible y posible. ¿Cómo? con mucho esfuerzo y disciplina a nivel físico, psíquico y emocional. Hay que “mirar con luces largas”, pues el ciclo competitivo del deportista es muy corto y hay que labrarse el futuro desde la base. No puedes empezar de cero cuando terminas.
Uno de los pilares estratégicos de la RFEDI es la formación, fortalecer los planes de desarrollo que ya están en marcha para la detección y apoyo al talento. La Federación dispone de ayudas y cursos y fomenta/promueve la realización de estudios en paralelo a la competición. Además, los deportistas pueden recibir ayudas económicas de diferentes instituciones públicas o privadas.
Apostamos por el éxito deportivo, ejecutivo y de vida, por un equilibrio (¡exigente!) entre deporte, vida profesional y personal.
Vamos a cuestiones más personales. Cuando recuerdas la figura de tu padre, Paco Fernández Ochoa, y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sapporo ‘72, ¿qué es lo primero que te viene a la cabeza?
Un inmenso orgullo. Fue una increíble proeza ganar una medalla olímpica en esquí para un país que contaba con tan pocos medios; el único oro español en JJ.OO. de invierno hasta ahora.
Además, su manera de ser, tan abierta y confiada, y su naturalidad, le convirtieron en un verdadero héroe nacional. Se sumó a los éxitos de deportistas como Pedro Carrasco, Manolo Santana o Ángel Nieto, que contribuyeron a abrir España al mundo. Sus logros y su carácter, su sentimiento tan patriótico, hicieron historia.
Tu padre fue sin duda uno de los pioneros del deporte español, de los deportes de invierno en general y del esquí alpino en concreto. ¿Qué destacarías de él?
¡Todo! ¡Y le echo tanto de menos! Era sencillamente único, la carcajada en persona, fuerza, vitalidad, adrenalina, su alegría de vivir en todos los sentidos, sus ganas de comerse el mundo. Supo vivir y supo morir, pues nos dio una lección de vida en su lucha contra el cáncer: “Podrán quitarme la vida, pero perderla, jamás”, recalcó en su libro “La vida, un slalom”, que escribió en esa última etapa de su vida.
Su famoso “o gano o me mato” que pronunció antes de la segunda manga que le llevó al oro olímpico en Sapporo ‘72, creo que le define a la perfección. En lo que hiciese, mi padre lo daba TODO.
Tu tía Blanca fue motor del esquí alpino nacional. ¿Crees que, a día de hoy, las mujeres que quieren triunfar en los deportes de invierno cuentan con todas las facilidades necesarias? ¿Tiene las mismas oportunidades un chico que quiera llegar a la élite que una mujer?
Creo que, a nivel de alta competición, los deportes de invierno son de los que mejor representada tienen la igualdad. Mismos requisitos para acceder, premios económicos, número de pruebas, patrocinios…sin apenas o ninguna diferencia. Y seguimos dando un paso adelante hacia la igualdad de forma 100% transversal, inspirando así a nuevas generaciones para perseguir su sueño de llegar a la alta competición con todas las garantías y oportunidades.
De Blanca, si cierras los ojos, ¿qué es lo primero que le viene a la mente?
Su enorme corazón y su dura pero respetable decisión de descansar en paz en La Peñota, una montaña de Cercedilla que desde entonces se ha vuelto más especial que nunca.
Blanca tenía mucha fuerza y, pese a la tristeza interior que a veces le pesaba, logró hacer historia siendo la primera mujer en conseguir una medalla olímpica para España -el bronce en el slalom de Albertville ‘92-. Siento tristeza porque no pudo disfrutar con plenitud de los valores y cualidades tan potentes que tenía, de cómo, por su forma de ser y de vivir, se ganó el cariño y la admiración de todos.
Y sé que está protegida y cuidada ahí arriba, con su hermano Paco, mi padre.
Entonces, sonrío.
