Fotos: Jesús Andrés Fernández
Esquiadora: Susana Sahún
Nivel: iniciación, medio, experto
¡Por fin! Se acerca la fecha tan deseada por todos. Esta vez la espera se ha hecho más larga de lo habitual, por razones obvias ¡que no pienso nombrar aquí!
Para muchos ha sido un año en blanco, sin esquiar. Un largo periodo que, seguramente, habrá dejado un poco dormida nuestra técnica y nuestras habilidades sobre los esquís.
Como siempre, hay que ver el lado positivo. No hay mal que por bien no venga, también nuestros vicios técnicos estarán aletargados… es el momento idóneo para intentar corregirlos.
Lo más importante en la técnica del esquí alpino es cómo nos colocamos sobre los esquís. Comprender este principio, trabajarlo y mejorarlo es fundamental. Pero después de un año entero sin calzarnos los esquís, es muy probable que necesitemos un periodo para ‘reencontrarnos’. Seguro que, en el momento de empezar de nuevo, os sentís algo raros, consecuencia de que no nos estamos posicionando como es debido encima de los esquís.
En esta ocasión no vamos a hacer un análisis académico de la posición correcta, sino que os voy a proponer algunos ejercicios/juegos que nos ayuden a buscarla. Que nos obliguen -mientras nos divertimos en las primeras bajadas de la temporada- a colocarnos como es debido sobre los esquís, para así movernos con comodidad y efectividad.
Además, y como efecto colateral, mientras practicamos notaremos cómo nuestras habilidades (parte vital en la técnica de un esquiador) se desoxidan y mejoran. ¡Vamos a ello!
Jugando con los límites de la pista
Vamos a utilizar lo que la estación y el terreno nos ofrezca para practicar y mejorar. Al principio de la temporada las condiciones no siempre son óptimas, pero se trata de adaptarnos.
Por ejemplo: en ocasiones, en el límite de la pista hay un desmonte delimitado por las balizas que separan la parte pisada de la que no lo está.
Si utilizamos este cambio de pendiente como línea divisoria sobre la que ejecutar virajes a un lado y a otro, podremos trabajar muchos elementos técnicos; posición, cambio, extensiones de piernas, absorción… y de paso activar nuestras habilidades.
Se trata de intentar hacerlo lo mejor posible sin que la posición se rompa, aumentando el ritmo a medida que progresamos. Podemos ‘darle aire’ al cambio o absorberlo, no importa; lo verdaderamente importante es que mantengamos la posición centrada y equilibrada. Si lo repetimos varias bajadas, comprobaremos cómo las habilidades van resurgiendo.
Jugando con el terreno
Para esto nos puede servir cualquier cambio de pendiente, bache, corte o todo lo que nos pueda desestabilizar. Utilizaremos las irregularidades de la pista y su entorno; algo fácil, sin complicaciones. Se trata de despegar del suelo un poquito, de forma que nos veamos obligados y a la vez seamos capaces de mantener nuestra posición de forma correcta en el aire. Si lo logramos, cuando estemos en contacto con la nieve no habrá nada que nos detenga.
¡Gestionar bien el aire es muy importante!
Podemos hacerlo de forma progresiva y segura desde el primer día, utilizando cualquier elemento de la pista que nos permita perder momentáneamente el contacto con el terreno.
Jugando con nieves difíciles
Sé que igual no es divertido esquiar en nieve ‘enganchona’. También sabemos que la seguridad es lo primero, por eso este ejercicio debemos hacerlo con la cabeza, eligiendo muy bien el lugar y sin ponernos en riesgo. Pero los beneficios de esquiar en nieves difíciles son irrefutables.
Salir fuera de pista a hacer algunas curvas cuando la nieve está complicada y blanda, puede ser muy útil. En estas condiciones el trabajo de posición es fundamental, sin él no conseguiremos movernos con fluidez y nos engancharemos más de lo deseado. Si queremos dar movilidad a las piernas, tenemos que mantenernos en una posición óptima.
Aquí vemos cómo Susana, para poder ejecutar la curva, tiene que extender las piernas y generar un cambio de cantos por salto, pero cuidando que su posición esté bien en todo momento para no descomponerse en la recepción y poder resolver satisfactoriamente.
Un truco: llevar un mínimo de velocidad siempre ayuda en la fluidez -y por lo tanto en la ejecución-, ya que la sensación de pesadez en los pies disminuye.
Jugando con la velocidad
La posición de velocidad (el famoso schuss) puede que sea la más difícil de ejecutar correctamente. Los corredores se pasan años perfeccionándola hasta optimizarla. Y aunque no vayamos a participar en la Copa del Mundo, también nos vendrá muy bien que practiquemos para mejorarla.
Como veis en la foto de nuestra demostradora, los codos van por delante de las rodillas y no sobresalen; eso es porque lleva los brazos estirados hacia delante. La separación de las piernas ha de ser la justa y no exagerarla, buscando que los esquís vayan lo más planos posible sobre la nieve.
La flexión de las piernas, con el ángulo de las rodillas nunca por debajo de 90º.
Y me repito: la seguridad es lo primero. Para practicar esta posición no necesitamos el muro de una pista negra. El reto más divertido lo tendremos en una pista “lenta”, despejada y con poca pendiente, intentando aumentar la velocidad según vayamos mejorando la posición. Cuanto más la practiquemos, más rápido aprenderemos a deslizar.
¡Aprovecha la oportunidad!
La posición es algo que debemos practicar con mucha frecuencia y, tras tanto tiempo de parada forzosa, toca “quitar óxido”. Mi recomendación es que lo hagamos de forma progresiva. Si nos metemos en materia sin pensar, caeremos en los errores técnicos que tuviéramos antes y puede que, incluso, los potenciemos.
Lo suyo es buscar desde el primer momento la eficiencia en los movimientos. No querer correr más de la cuenta al principio, trabajar con cabeza y siendo pacientes. ¡Todo tiene su momento!
Los primeros días han de servir para volver a encontrarnos. Es una gran oportunidad para anular antiguos vicios que se quedaron atascados en nuestra memoria.
Si me apuráis, es como el Año Nuevo: hacemos el propósito de retomar buenos hábitos. Sólo tenemos que aprovechar los recursos que nos da la montaña y la propia estación.
Aquí hay suficientes deberes para los primeros días… ¡feliz temporada a todos!