Tenía decidido subir a Sierra Nevada desde hace varios días, así que aunque la previsión era regular, me animé a subir. Pero todavía se ve nieve en la sierra de Gádor. Foto del 8 de mayo:
Así que me dije “vamos a hacer una combinada alpina, mejor dicho, penibética”. Como en SN abren a las 10, si madrugo me da tiempo de subir a las antenas, echar un ratillo por allí, y bajando por Dalías tirar para SN sin llegar muy tarde. La idea era hacer una foto de Roquetas desde la nieve, puesto que ya tenía la de la nieve desde Roquetas.
A las 6:10 salí de casa, por la ruta del Peñón de Bernal. Tras pasar la “Casa de la Nieve” ya se ve este paisaje:
Y a las 7:45, tras 49 km llegué a “las pistas” de Sierra de Gádor. El aparcamiento es literalmente “a pie de pistas”:
Ahí puede haber casi 2 metros de nieve.
Ya desde la parte alta de la pista, tenemos esta vista:
Según el mapa de la estación, esta pista se llama “Vista Sierra Nevada”, y es cierto, al fondo a la izquierda se ven el Mulhacén y la Alcazaba:
Y aquí le pedí a una piedra que me hiciera una foto:
El estado de la nieve era bastante bueno, dada la hora que era. No obstante, no había nada de hielo. Bajé la pista, e hice la foto para que conste:
Aquí, la firma:
Según el parte de nieve, había dos zonas abiertas, pero con el problemilla de que no estaban unidas entre sí, así que había que coger el coche para pasar de una a otra. Esto, a estas alturas de la temporada, no tiene mayor importancia. Así que me fui de esta zona, de pistas azules y verdes, a la otra zona, de pistas rojas, bajando con el coche por el camino y luego pateando un poco campo a través.
La otra zona está más bien en solana, y es donde está la pista “Vista Roquetas”. Aquí se puede esquiar viendo las playas roqueteras. Es la pista que se ve desde el puerto (primera foto del reportaje). Vista hacia arriba:
Y hacia abajo:
Lástima que estaba nublado; no obstante, se llega a distinguir Roquetas y el mar (también el “mar de plástico”).
Y sin tiempo para más, salí hacia Sierra Nevada, donde me esperaba otra apasionante jornada de esquí. Eran las 8:30. Bajando hacia Dalías, hice esta foto de El Ejido, desde unos 1200 m de altura:
Llegué a la autovía (en El Ejido) a las 9:15, así que a SN llegaría sobre las 11:15. Un poco tarde, pero desde luego, ha merecido la pena. Por el camino se me ocurrió la idea de, en lugar de sacar forfait, alquilar equipo de travesía y subir por la Loma de Dílar hasta el Radiotelescopio, y bajar por esa zona, tranquilamente. Pero deseché la idea. Si con 5 horas de esquí también está bien.
Pero llego arriba, y me encuentro la estación..... cerrada por viento:
¡Vaya una estación! Pues Sierra de Gádor estaba abierto......
Pues nada, retomo la idea de hacer travesía por la Loma; pregunto en varias tiendas. Me dicen que el único sitio donde alquilan travesía es en Telemark. Voy allí, y me dicen que van a cerrar la tienda en un rato y no me pueden alquilar nada porque luego no podría devolverlo..... pregunto en otros sitios, y nada......
Pues bueno, no hay problema. Me voy al aparcamiento, me cambio, y mientras me estoy poniendo las botas, me dice uno: “está cerrado”, “ya lo sé, gracias” respondo, con una sonrisa.
Me dirijo al final del Río, con los esquís al hombro, dispuesto a subir hasta Borreguiles y bajar el Río sooooolooooooo.......
Al principio hay algunos haciendo bajadillas al principio de la pista, pero desde donde acaba la pista Loma de Dílar, nada. ¡To pa mí! De vez en cuando pasaban empleados de Cetursa en moto que estaban, supongo, haciendo trabajos de desmontaje de alguna pista. Me decían que no subiera, que había peligro por las máquinas pisando.... y es verdad, un par de veces pasó la máquina, supongo que para pisarme la pista para mí..... ¡qué amables! Además, no quisieron llevarme hacia arriba, para no estropearme la maravillosa experiencia de subir andando... ¿quién dijo que el forfait es caro?
Iba yo muy animado hasta que, a mitad de la subida comencé a sentir rozaduras en las botas. No obstante, seguí, sobrepasé el Stadium:
Y me disponía ya a llegar a Borreguiles, cuando la ampolla de mi talón izquierdo me dijo “ya está bien”, y entonces comenzó a llover con un vientecillo bastante molesto, y decidí que hasta aquí está bien. Llegue más o menos a la altura de la entrada del mini parque:
Empleé 2 horas menos cuarto en el trayecto, unos 500 m de desnivel.
Y empecé a bajar, a eso de las 2 de la tarde, con una nieve perfectamente lisa, y muy blanda:
Estaba tan blanda, que, a veces los giros salían regular. No obstante, pude dejar mi firma por todo el Río, y en el futuro seré uno de los pocos que puedan presumir de haber bajado el Río, totalmente solo, y haber dejado una huella continua de arriba hasta abajo, sin que nadie la estropee.
Y me fui para casa, y nos fuimos a merendar a una heladería junto al mar. ¡Toma ya día variado!