Como es público y notorio que a Pepe le salen sarpullidos cada vez que hay que organizar una kdd anual, este año la cúpula de Nevasport decidió hacerla coincidir con la fiesta de fin de temporada que organiza Cerler todos los años. L a estación se volcó con las actividades y con los detalles logísticos nevasportianos: reservas, reparto de acreditaciones y camisetas, cena oficial… Y si a todo esto añadimos los eventos de fin de invierno, resulta que el sábado resultó ser un día genial.
El viernes por la tarde fue llegando el grueso de los foreros. Los más madrugadores alcanzaron a encontrarnos en la carpa del Molino al final de la jornada de esquí:
El resto nos fuimos encontrando por la noche en el bar Fuerapista, como ya es tradicional. Después de un año sin vernos, corrieron los saludos y los abrazos:
…y algunos enlazaron con la combinada alpina, que es lo que mejor se nos da.
No terminamos muy tarde porque al día siguiente nos esperaba una jornada repleta de actividades. Subimos al Ampriu, que iba a ser el centro neurálgico de la fiesta. Las montañas nos recibían bajo un baño de sol y nieve.
Pronto empezamos a prepararnos para el primer evento del día: la bajada en bañador. Los responsables de la estación lo tenían todo perfectamente organizado para que la gente pudiera desembarazarse de la ropa de esquí en Colladeta sin perder absolutamente nada. De repente, la zona se convirtió en un auténtico striptease colectivo.
El ambiente era verdaderamente festivo y divertido. El equipo de valientes en bañador sonreía a las cámaras, con la ropa de esquí bien empaquetada a sus pies:
…Y el equipo de cobardes abrigados no quisimos renunciar a hacernos fotos también!
Finalmente… ¡para abajo y por lo blanco!
En el Ampriu esperaba la recompensa: cervecitas Ámbar, terraza tropical…
…piscina con rampa de ‘tubbing’ para caer al agua y pescar los forfaits de premio que esperaban en el fondo…
…y por fin a comer y charlar con los demás foreros.
Empezó la música. La banda Severled animaba el cotarro, aunque nosotros poca animación necesitábamos:
Al final acabamos todos poseídos por el baile. Mola bailar en la nieve al sol…
Mientras unos festejaban, otros trataban de mantener serias y sesudas conversaciones. ¿Qué pensaría de nosotros el director de la estación???
Los empleados tampoco perdían ripio de lo que pasaba… aunque ya con pocas fuerzas tras una larga y fructífera temporada.
Nosotros también empezábamos a flaquear ya después de tanto baile. Poco a poco, emprendimos el regreso a nuestros respectivos alojamientos para descansar un poco y prepararnos para el acto central de la kdd: el sorteo de premios y la cena oficial.
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