Control de la presión
El control de la presión es la capacidad del esquiador para aumentar y disminuir la presión sobre los esquís en el momento apropiado equilibrándose contra las fuerzas del giro y/o empleando esfuerzos musculares. Esta habilidad está muy estrechamente ligada al canteo y varía según el tipo de virajes y el terreno.
Los movimientos de flexión y extensión actúan como un sistema de suspensión, mantienen el Centro de Masas estable y los esquís en contacto con la nieve, o provocan aligeramiento y hasta el salto.
El control de la presión en el plano anteroposterior es esencial para ajustarse a los cambios de terreno y/o de calidad de nieve. Si la presión está demasiado adelante, el Centro de Masas tenderá a dominar (provocando rotación). Cuando la resistencia que el esquiador encuentra se incrementa por un cambio de dirección o al encontrar nieve más pesada, los pies se adelantan en relación al Centro de Masas. Se pueden hacer ajustes moviendo la Base de Soporte, el Centro de Masas, o ambos.
Hasta aquí una introducción al enfoque técnico de la Escuela Canadiense.
Página 5: Pivotamiento (Pivoting)