En 2007 las inmobiliarias Martinsa y Fadesa se fusionan. La nueva empresa solo tardó un año en protagonizar el mayor concurso de acreedores de la historia de España con una deuda de 7.155,9 millones de euros, es decir, prácticamente todos sus activos (un 97,5%). Entre ellos estaba el proyecto de la estación de esquí de Vallfosca-Interllacs, en el Pirineo de Lleida.
Se trataba de un proyecto faraónico que incluia incluso un teleférico 3S. Un carísimo remonte a prueba de vendavales. Y es que la idea era construir abajo una zona residencial de hasta 900 casas, y arriba en la montaña que solo hubiera pistas y restauración. Se hablaba incluso de su unión con Boi Taüll, creando un dominio esquiable de más de 80 kilómetros de pistas.
La estación de esquí estuvo a punto de abrir. De hecho cuando saltó todo por los aires ya se estaba colocando el telesilla, se estaba extendiendo las canalizaciones para el sistema de producción de nieve, y se había levantado el edificio de salida del teleférico 3S.
De las 900 casas se llegaron a empezar a construir 90, y solo la mitad se acabaron entregando. Muchos particulares quedaron enganchados económicamente con el proyecto. Algunos porque habían dado una paga y señal para una vivienda que nunca llegaron a tener, y hay quién incluso entregó terrenos del pueblo como permuta para alguna residencia, y hoy ni tienen llaves ni tierras.
Martin-Fadesa ha intentado vender los terrenos de la zona residencial hasta en seis ocasiones para hacer caja y pagar a los acreedores. Comenzaron con 2,3 millones de euros, pero ante la falta de interesados el pasado mes de mayo los rebajó hasta los 325.000 euros. No encontró comprador, así que ahora vuelve a intentar colocarlos por séptima vez.
La operación es complicada puesto que en España ya no se construyen nuevas estaciones de esquí, y por tanto entran en comptencia con decenas de otros pueblos del del Pirineo. De hecho se trató en su momento de revitalizar la zona mediante itinerarios de skimo, pero es un motor económico muy residual.
El grupo Fadesa ya había intentado entrar en el sector del turismo de nieve y residencial tratando de reabrir la estación de esquí de La Tuca, en la Val d’Aran, si bien pese a firmar un convenio con el Ayuntamiento de Vielha-Mijaran para acometer la inversión no logró hacerse con la propiedad de los terrenos a pie de pistas, en Betren, que eran imprescindibles para hacer rentable la operación. Se trataba de los terrenos donde debía ubicarse la zona hotelera y residencial.
El telesilla estaba bastanta avanzado cuando se canceló el proyecto de Vallfosca Interllacs. Hoy siguen allí las pilonas.
La estación de esquí de Vallfosca Interllacs se situaba justo encima de la zona residencial