A mediados del mes de septiembre una noticia caía como un jarro de agua fría entre los comerciantes y pequeños empresarios de Luchon. El nuevo telecabina Crémaillère Express que se estaba construyendo desde verano, no iba a estar listo para esta próxima temporada de esquí. Su inauguración se pospone al verano de 2023.
Este nuevo telecabina sustituye a otro que durante décadas estuvo dando servicio entre la población de Luchon y la estación de esquí de Superbagnères, el cual fue desmontado en verano pensando que el nuevo Crémaillère Express iba a estar listo.
Sin telecabina de acceso a pistas el Departamento de consejo de Haute-Garonne optó por hacer el transporte en navette para aquellos turistas alojados en hoteles de Luchon, grupos que habían llegado previamente en autobús o para quién ya no tiene sitio en el aparcamiento de la estación de esqui. Una solución que no contentaba a nadie por las limitaciones, pero que es la única que había.
Al mismo tiempo se acordó hacer una rebaja del forfait de esquí en Luchon-Superbagenères para dejarlo justo por debajo de los 30 euros. Un precio casi único ya en la cadena de los Pirineos, a excepción de algunos pequeños centros invernales.
Pues bien, el 1 de noviembre un camión de gran tonelaje quiso pasar por los puentes de Ravi que sortean los ríos Lis y Pique. Una infraestructura para vehículos de un máximo de 19 toneladas que no soportó las mas de 90 toneladas de una grúa más los 55 del semi-remolque del convoy excepcional. El puente se movió y se tuvo que cerrar al público.
Los Puentes de Ravi, construidos en 1930, están situados en la única ruta de acceso a la estación de esquí de Luchon-Superbagnères. Cerrada esta infraestructura, el complejo invernal queda aislado. Por eso, técnicos de carreteras en Francia estudiaron soluciones.
Los operarios han detectado movimientos en la infraestructura del puente, por lo que han determinado que solo se permitirá el acceso a vehículos particulares. Los autobuses de transporte colectivo no podrán pasar.
El acceso al complejo invernal de Luchon-Superbagnère ha ido de más a menos. De la posibilidad de llegar en un moderno telecabina de ocho plazas, se pasó al vehículo de transporte colectivo y finalmente a tan solo los coches particulares.
Hay que tener en cuenta que el aparcamiento de la estación invernal es pequeño, por lo que no se puede dar cabida a un gran número de vehículos. Por eso se quiso fletar buses lanzadera.
Si bien la estación seguirá siendo accesible (se espera poder inaugurar la temporada de turismo de nieve este próximo viernes 16 de diciembre), la realidad es que no va a poder acoger muchos esquiadores. Un mal negocio para los comerciantes que esperan un invierno desastroso. De hecho desde el suceso del puente ya han recibido varias cancelaciones, y ahora se espera que se incrementen, entre ellos grupos de escolares.
Todo un lujo de temporada en Superbagnères
Pero por otra parte es todo un lujo para los usuarios que puedan llegar, ya que tendrán ante si toda una estación de esquí sin colas en los remontes y sin masificación en pistas en las fechas pico, y por un precio de tan solo 29 euros el forfait de esquí.
Una oportunidad así, se da pocas veces. Poder esquiar prácticamente solo a precios muy reducidos y además poner tu granito de arena a una economía local de la estación de esquí de Luchon-Superbgnères que este invierno te va a necesitar mas que nunca.