Durante estos últimos días se han vuelto a poner en marcha varias estaciones en Noruega. Para el próximo fin de semana se espera que sea ya cerca de una docena las que pongan en macha los remontes. Pero en todas ellas se puede limitar el aforo fácilmente ya que por las fechas en las que estamos la afluencia ya suele ser baja. Es el mismo caso de las dos que se mantienen operativas en Suecia.
Pero todavía no se ha podido ver el funcionamiento de una estación de esqui en la 'era coronavirus' en plena temporada. Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Chile serán las 'cobayas' sobre las que el resto de complejos invernales del hemisferio norte podrán hacer sus estudios de comportamiento para cuando nos toque a nosotros volver a abrir. Claro que para eso nos queda aún siete meses para encontrarnos el primer periodo de gran afluencia a las pistas, todo un mundo en el que todo puede estar muy distinto y mejorado.
Pero el hemisferio sur no tiene todo ese tiempo. Poco puede haber cambiado las cosas en estos dos meses, y la única referencia que tienen en la apertura de las estaciones de esquí en Noruega y Suecia.
En Australia estaban pendientes de la relajación de la restricción de movimiento de personas. Allí su clientela es prácticamente 100% nacional, y por tanto no dependen de una apertura de fronteras, sino de que sus esquiadores puedan llegar a las montañas.
En Argentina sí tiene un muy alto volumen de esquiadores extranjeros, principalmente brasileños, a los que no se les espera este invierno. Pero también un nutrido número de clientes europeos y norteamericanos, sobre todo de selecciones nacionales y clubes. Tampoco se les espera.
Así que desde la Cámara Argentina de Esquí y Montaña, que reúne a los principales complejos invernales, se alienta a trabajar para captar a un mayor número de clientes nacionales, ya sea esquiadores como turistas que quieran disfrutar de la nieve sin calzarse unas tablas.
Se baraja al mismo tiempo varias medidas, como tomar la temperatura a los esquiadores o regulaciones estrictas en los comercios. Pero todo esto en caso de hacerse, se tendría que trabajar en conjunto con el Gobierno de la nación y el Ministerio de Salud, tal como reconoce Pablo Torres García, Presidente de la Cámara Argentina de Esquí y Montaña,
"La idea de abrir está. De hecho, se está armando un protocolo de funcionamiento que tendrá que estar homologado por el municipio, la provincia y la Nación. Por otra parte como las fronteras no se van a abrir rápidamente, creemos que en caso de apertura de estaciones, el turismo será plenamente nacional y local””
Lamentablemente la Patagonia, donde se concentra un buen número de las estaciones de esquí de Argentina, ya está acostumbrada estas situaciones de parón y tiene que sortear momentos de dificultad. En 2016, la erupción del volcán chileno Puyehue arruinó la temporada de Villa La Angostura cuando carreteras, pueblos e instalaciones se llenaron de una espesa capa de ceniza que hacía complicado el día a día. En ese momento la región fue declarada “zona de desastre”. Sin embargo, logró resucitar tras el caos. El año pasado, los problemas volvieron después de que se derrumbara parte de una montaña sobre la Ruta 40 en pleno julio (invierno allí), lo que afectó gravemente al turismo de la zona.De todas maneras, quienes trabajan, viven y conocen las montañas del sur aseguran que el largo historial de desastres no es excusa para caer. Y si bien el coronavirus dejó en 'stand by' la apertura de la temporada, de momento esperan que haya una mejora.
