Apenas quedan ya hoteles con la clásica llave. Tan solo alguno de gama baja no renovado desde hace años. Ahora para abrir la puerta se usan tarjetas que en muchos casos sirven para activar otros servicios del hotel, así como para dar información de las costumbres de los clientes. Para ello se implantan sistemas informáticos complejos que permiten configurar y bloquear estas llaves magnéticas desde un ordenador, li que ha abierto una brecha para los ‘hackers’ informáticos.
Le ha ocurrido a un hotel de cuatro estrellas, el Romantik Seehotel Jaegerwirt, en Austria y uno de los más lujosos de los Alpes. Tuvo que pagar 1.500 euros en Bitcoin (1.74 bits al cambio) para poder ‘liberar’ a sus 180 clientes que habían sido encerrados en sus habitaciones por un grupo de ‘hackers’ informáticos. Según cuenta la prensa local, las puertas quedaron completamente bloqueadas y el bloqueo no se deshizo hasta que efectuaron el pago requerido.
El pago se solicita siempre en estos casos en moneda Bitcoin para dificultar la identificación de los atacantes, y en este caso concreto desde el hotel ha contado que se dejó una puerta trasera para hacer posible un segundo ataque que, sin embargo, fue frustrado porque se mejoró el sistema de seguridad como respuesta inmediata al primer ataque, por el que sí tuvieron que pagar esos 1.500 euros.
Los responsables del hotel se están planteando ahora sustituir las tarjetas magnéticas por las clásicas llaves de toda la vida para evitar otro susto parecido. Los dueños del establecimiento afirman que si es necesarios volverán al viejo sistema de hace 111 años, cuando se inauguró el Romantik Jaegerwirt****
El seguro no se hace cargo de esta ciberdelinciencia, ni la policía afirma tener recursos para investigar el origen de los hackers, que podrían haber actuado desde la otra punta del planeta.