Durante el invierno llegó a acumular 10 metros de nieve. Uno sobre el otro, esperando a que la primavera les invitase a marchar. Durante el mes de Abril se empezó a limpiar los accesos, y finalmente para el día de su apertura 'solo' quedaban cinco metros de espesor. Y eso que este ha sido un año sin tantas nevadas como el de 2015, cuando la cantidad de elemento blanco impidió abrir a tiempo los tres glaciares por las dificultades para limpiar los accesos.
Si Stryn pudo abrir el día 24 de Abril, Folgefonna lo hizo unos días más tarde, el viernes 29. Y así seguirá, si las condiciones no lo impiden, hasta el 4 de septiembre, momento que se paran los remontes y se recogen los bártulos hasta la primavera de 2017. Una de las grandes novedades es la ampliación de su remonte principal 300 metros más arriba, lo que permite acondicionar nuevos trazados e itinerarios esquiables.
El tercer glaciar que abre en verano es el de Galdhøpiggen. Aquí lo hicieron el pasado 14 de Mayo, y mantendrán sus operaciones hasta finales del mes de Octubre. De momento tienen unos 8 metros de nieve, aunque los grosores se van reduciendo conforme llega el final de temporada.
Imágenes del día de apertura en Folgefonna: