Dejando de un lado la moralidad de como se hacen las cosas por aquellas tierras, ya que nos tiraríamos largo rato buscándola, el tema que nos centra es que ahora se han empeñado en tener una buena base de esquiadores. Y ya que se va, se va a leches o no se va. Así que se han puesto un número: 300 millones. Ale, prácticamente el 75% de los que hay ahora en el mundo. Vamos, es como si de repente apareciera un nuevo planeta con esquiadores.
Evidentemente la industria del esquí se está frotando las manos. Algunas empresas que gestionan estaciones ya han puesto un pie allí. Los dos los han puesto los fabricantes de equipos, y señalando andan todavía los de ropa y material de esquí, aunque Burton por ejemplo ya ha desplegado unas 60 tiendas propias pese a que actualmente no hay mas de 5.000 snowboarders, siempre en cifras estimadas.
La economía china está creciendo también... a lo grande. Y con ella el nivel medio de los ciudadanos chinos, que tienen un mayor poder adquisitivo y empiezan a acercarse poco a poco a nuevas actividades de ocio. De 2006 a 2014 el sueldo medio anual de los chinos ha crecido un 185%, situándose en 7.808 euros anuales. En las ciudades más prósperas, como Beijing y Shanghai, la cantidad casi se duplica, superando los 13.400 euros.
Están saliendo a hacer turismo al extranjero. Y también lo están haciendo en el interior del país. Entre ellas a las nuevas estaciones repartidas, especialmente, en los alrededores de Beijing, donde en invierno el clima es frío, pero muy seco, así que montan colinas artificiales y vacían toneladas de nieve artificial hasta cubrirlo todo.
Pero más allá de las colinas de la capital están las estaciones más grandes en donde el Comité Organizador de Pekín 2022 quiere organizar las disciplinas en nieve de los Juegos Olímpicos. Hasta allí planea construir sistemas de transporte de alta velocidad, y para que sean rentables y tengan una alta ocupación quiere que haya mucha afición al esquí. También quiere controlar la contaminación. De hecho hace tiempo ya que los propios ciudadanos chinos están preocupados por los altos índices de polución. De todas maneras en China se están construyendo y proyectando los mayores parque de paneles solares y molinos eólicos del mundo, porque, como no... allí o se hace a lo grande o no se hace.
Pero de momento a lo principal que se enfrentan las autoridades es a la falta de entusiasmo de los chinos por los deportes de invierno. Apenas un 5% de los 21 millones de personas que viven en Pekín se han puesto por primera vez unos esquís.
Así que el Gobierno chino ha implantado un programa paralelo para incentivar los deportes de hielo. Sino caen medallas en la nieve, que sea bajo techo, como hacen los holandeses, quienes siempre aparecen en el medallero gracias a los patines. En el caso de los chinos lo que se va a incentivar es el Hockey. Según informaba el China Daily, alrededor de 96 equipos se han registrado en la Liga de Pekín, con 1.500 niños inscritos.
El objetivo es acabar esos Juegos, si finalmente se los quedan, con un número aceptable de medallas. La primera vez que China ganó una medalla de oro la ganó Yang Yang. Este actual miembro del Comité Olímpico Chino, empezó a patinar a los 8 años. Fue seleccionado para participart en Salt Lake City 2002, y se fgue de allí con el máximo trofeo. Ahora gestiona una pista de hielo en Shanghai. Cuando la montó hace 10 años era la única. Hoy hay una decena, y mas de 1.000 niños entrenan cada día. Para el próximo curso escolar esta cifra se duplicará gracias a las ayudas del Estado.
Tras Yang las medallas no crecieron. En Vancouver se llevaron 5, pero en Sochi la cifra bajó a solo 3. Principalmente en Freestyle, donde expertos gimnastas son lanzados rampa abajo y logran gracias a su experiencia en el parquet, hacer trucos que entusiasman a los jueces.
Según informa la Asociación de Esquí China (AECh), las estaciones de esquí en todo el país recibieron 3 millones de visitas en la temporada 2013-2014, frente a las 10.000 registradas en la campaña 1995-1996. Según ellos, suponiendo que un esquiador va a esquiar 2,5 veces cada invierno, debería de haber aproximadamente un millón de esquiadores en toda China. Aún así la afición es muy pequeña respecto a otros deportes como el fútbol o el baloncesto.
A 200 kilómetros de Pekín está Zhangjiakou, una de las estaciones donde se entrenan a los futuros esquiadores olímpicos. Allí los entranan con métodos modernos, y a los mejores en verano los trasladan a Nueva Zelanda. Pero para aprender esas técnicas modernas, los chinos han traído a entrenadores de fuera. Uno de esos técnicos es la italiana Martina Merlet, primer extranjero de esquí alpino acreditado oficialmente en China para entrenar. Según esta profesional, el objetivo de momento es mas que dudoso. Afirma que los chinos no se sienten entusiasmados por ponerse unos esquís. Van a las estaciones, prueban un día, y luego ya solo quieren tirarse bolas o con trineos.
Mientras pasa todo esto, una Delegación de 19 miembros del COI ha llegado esta semana al país para hacer las primeras evaluaciones sobre el terrenos de las instalaciones así como las infraestructuras hoteleras. Pekín compite con la ciudad de Almaty, en Kazahistán, por organizar los Juegos Olímpicos de 2022. Son las únicas candidatas tras la espantada general del resto de ciudades que habían indicado su interés.