Las campañas de los últimos años para que los esquiadores y snowboarders
se pongan el casco a la hora de salir a pistas ha funcionado. El número de usuarios se ha incrementado notablemente. Sin embargo la cantidad de accidentes mortales sigue igual. Eso sí, las lesiones graves en la cabeza sí que se han reducido, según se deduce del estudio.
El estudio los ha realizado el
Dr Irving Scher, quien expuso los datos durante el reciente
Congreso Internacional de Medicina de Deportes Extremos que anualmente se celebra en Boulder, Colorado.
El autor del informe considera que el casco no proporciona una protección adecuada a las formas más comunes de accidentes mortales, como puede ser un
fuerte golpe con la cabeza contra un árbol o una roca a gran velocidad, o ser enterrado por una
avalancha. El Dr. Scher afirmó que si bien el continuaba siendo favorable al uso del casco, creía que era de poca ayuda en caso de colisión contra un objeto duro, y que hay mucha diferencia con una caída en nieve blanda,
"sobre terreno duro, nieve helada, un casco ayuda. Pero si estamos esquiando sobre nieve blanda, no hace falta, aunque no es mala idea usarlo. Porque puedes salirte de la pista e ir a dar contra un arbol o una roca, y en ese caso el casco poco va a poder hacer por tí."
Algunos usuarios se creen '
invencibles' cuando se ponen el casco, lo que les lleva a correr
riesgos innecesarios. Corren demasiado en pista, y una salida fuera del trazado les puede llevar a golpearse fuertemente contra una roca o un árbol, algo con lo que según el Dr. Scher poco puede hacer el casco. Pero sí puede hacer contra un elemento en pista del que no se habló en el estudio, que es la colisión contra otro esquiador en pista.