El dominio fue consciente de que Polonia podía ser una buena clienta hace cuatro años, cuando pequeños grupos corporativos empezaban a conocer Andorra. La pasada temporada Grandvalira empezó con pequeñas acciones de captación, que atrajeron a unos 150 polacos en las pistas del país. Esto fue posible gracias a la conexión aérea entre Girona y Polonia mediante la empresa de vuelos de bajo coste.
Esta temporada ha sido la compañía de vuelos de bajo coste Wizz Air la que ha visto las posibilidades de unir Polonia y Cataluña, ya no sólo hasta Girona, sino también desviando los vuelos al aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Este cambio ha posibilitado que Andorra haya duplicado los esquiadores polacos durante este año, al menos los que han contratado el viaje para touroperadores, que ya superan los 300 desde el inicio de esta temporada.
Un mercado para explotar
Según las prospecciones hechas por Grandvalira, si la compañía Wizz Air decidiera finalmente unir la capital de negocios que es Varsovia con Barcelona, desde donde los transfiere hasta Andorra son más ágiles que desde Girona, el número de visitantes polacos que podrían venir a Andorra sólo durante el primer año serían de 1.000 y podrían, poco a poco, suplir la falta de turismo ruso que va de baja durante las últimas temporadas. Entre estos, los grupos corporativos serían seguramente los primeros clientes potenciales.
El perfil de los polacos es especialmente interesante para el Principado, en tanto que el 30% de la población polaca esquía, y encuentran el destino Andorra como un destino exótico y atractivo. Además, su alto nivel adquisitivo y el interés por la cultura, la gastronomía y las compras los hacen unos potenciales clientes interesantes para todos los sectores económicos del país.
Fuente: