Ayer era día grande en Valdezcaray y como tal lo celebró, porque la estación cumplía treinta años de servicio. Para la ocasión, sobre la nieve tuvieron lugar todo tipos de actos en los que participaron público, esquiadores y personal de la estación. Para soplar las velas de una tarta que indicaba los años desde el nacimiento de Valdezcaray acudieron Aránzazu Vallejo, consejera de Turismo y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja, y Mónica Figuerola, directora general de Turismo.
«El objetivo era organizar una jornada lúdica y deportiva. Se han buscado una serie de actos deportivos para profesionales y para el público general. Se pretende atraer a las familias, por ejemplo, con un espectáculo de animación con payasos y los juegos infantiles», detalló Vallejo. «Celebramos que Valdezcaray es una gran inversión», afirmó Vallejo, quien se mostró satisfecha con los últimos datos de asistencia a la estación.
Baile y demostraciones
El momento cumbre del día arrancó el aplauso más sonado en las pistas. Los representantes de la escuela de esquí y trabajadores de Valdezcaray participaron en un espectáculo en el que se deslizaron por la nieve de la pista Salegares portando unos símbolos con las letras de la palabra Valdezcaray, al ritmo de la música. Junto a ellos, dos bailarines del Ballet Nacional de Berlín representaron un montaje dentro de dos esferas gigantes, que se convirtieron en su pequeño escenario durante los diez minutos de la actuación en la que no faltó la pirotecnia.
«Ha sido una experiencia nueva para nosotros, muy divertida, y esperamos que el público haya disfrutado», comentaban por su parte los bailarines Goyo Montera y Cristina García. Los niños también tuvieron su espacio y pudieron disfrutar de los castillos hinchables a pie de pista.
Por otra parte, un grupo de jóvenes que practican snowboard hizo una demostración de saltos y los amantes del esquí pudieron probar los últimos equipos de una conocida firma, que llevó una carpa hasta la estación.
El día no terminó ahí. La chocolatada fue el acto central de la tarde y por la noche, en Ezcaray, los fuegos artificiales pusieron punto y final a la celebración.
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