Tomba ganó las dos pruebas técnicas en los Juegos de Calgary'88 (Canadá) y ayer Italia esperaba la consecución de la mitad de esa proeza a cargo de Giorgio Rocca, ganador de los primeros cinco slaloms de la temporada -Beaver Creek (EEUU), Madonna di Campiglio (Italia), Kranjska Gora (Eslovenia), Adelboden (Suiza) y Wengen (Suiza)- y obligado a salvar el honor transalpino en el slalom disputado en la pista que lleva el nombre de Giovanni Agnelli.
Pero Rocca -que es muy bueno-, no es Tomba, que es un genio. Al especialista de Livigno le pudo la presión y los más de 20.000 aficionados que colapsaron Sestriere para ver a su nuevo ídolo se quedaron con un palmo de narices cuando, apenas veinte segundos después de haber tomado la salida, con el dorsal 1, el italiano cometió un error absurdo y se cayó.
Raich no desaprovechó la ocasión de suceder en el palmarés al francés Jean-Pierre Vidal, que pretendía disputar su última carrera, pero adelantó una jornada su retirada, al romperse el brazo izquierdo mientras practicaba esquí libre el día de su 29 cumpleaños.