Según los primeros datos, por las siete estaciones invernales aragonesas: Astún, Candanchú, Aramón Cerler, Aramón Formigal, Aramón Javalambre, Aramón Panticosa y Aramón Valdelinares, han pasado cerca de 1.450.000 esquiadores, la mejor cifra de los últimos cuatro años, ya que en la temporada 97-98 se llegó al millón y medio y en la 98-99, 1.475.000.
Mucha nieve
Esta temporada ha venido marcada por la dura meteorología, que ha deparado unos fuertes temporales de frío y nieve y unos espesores en determinados momentos de casi cuatro metros y medio de nieve. Además, estas intensas precipitaciones han colaborado a que en esta ocasión los amantes del deporte blanco hayan podido seguir deslizándose por las pistas hasta finales de abril, en una de las temporadas más largas que se recuerdan. A ellos se une la magnífica afluencia de personas, incluso batiendo récords, en alguno de los fines de semana de los meses de enero y febrero.
En cuanto a su apertura, esta vez las fechas han sido similares a las de otras ocasiones. Los centros invernales más madrugadores fueron Astún y Formigal, el 29 de noviembre del pasado año, seguidas de Candanchú y Cerler, el día 30, y de Javalambre y Valdelinares, el 8 de diciembre.
Con respecto a la temporada pasada, se ha incrementado tanto el número de esquiadores como la venta de forfaits, y eso sin tener todavía los datos de este último fin de semana. La excelente calidad y espesor de la nieve, sobre todo en los dos primeros meses de este año, con hasta 440 centímetros de nieve polvo, sin duda han producido una afluencia masiva de practicantes del deporte blanco.
Completo
Y concretando en periodos festivos concretos, en el puente de la Constitución ya se daban espesores de dos metros, y la ocupación hotelera llegó al 100% en los valles pirenaicos. En Navidad, se mantuvo el completo en el valle de Benasque, en el del Aragón y el la sierra de Gúdar y Javalambre, mientras que en el valle de Tena la cifra oscilaba entre el 96 y el 99% según la zona. Y en Semana Santa, todavía con gran cantidad de nieve, la afluencia de esquiadores ha sido calificada de "modesta" por Nieve de Aragón, aunque no así la ocupación hotelera, con casi el 100% en el valle del Aragón, entre un 60 y un 90 en el de Tena y también una buena cifra en Benasque, Gúdar y Javalambre.
Por tanto, con estos primeros datos, siempre según Nieve de Aragón, se ha calificado la temporada como "muy positiva", destacando el aumento de esquiadores, sobre todo con respecto a la temporada pasada. Las primeras nieves caídas a finales de noviembre y principios de diciembre y la nieve artificial generada en las estaciones permitieron un buen manto nivoso que no impidió un inicio de temporada un poco tímido. Pese a ello, con el paso de los días la situación fue in crescendo, y en febrero y marzo se produjo una gran actividad en todos los valles.
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