Ante esta situación la compañía acordó con su principal acreedor, el Bank of America Corp., la demora de los pagos de la deuda clave durante dos años. El mismo acuerdo logró con el resto de entidades financieras con quien tiene préstamos.
Realizado este paso, pudo salir al mercado a lanzar una oferta de bonos por valor de 500 millones de dólares destinados a particulares y empresas con el compromiso de devolver el dinero con un interés del 7% dentro de dos años. El resultado fue infinitamente mejor de lo esperado, hasta el punto de que se recibió petición para 5.800 millones de dólares, es decir, 10 veces más de lo que se pedía y pudo bajar el rendimiento del 7% inicial al 6,25%.
Finalmente se ha acordado ampliar la emisión de deuda de los 500 millones de dólares iniciales a los 600. Con esto la compañía ya se asegura su viabilidad durante los dos próximos años, sobre todo para esta temporada 2020-2021, que es cuando se espera una mayor incertidumbre si no se ha encontrado antes una vacuna para el coronavirus.
Como contrapartida, Vail Resorts no podrá realizar inversiones durante estos dos años, a no ser que devuelva el valor de los bonos y su rendimiento antes de tiempo. Así, entre las condiciones encontramos:
- No puede pagar dividendos entre accionistas
- No puede comprar nuevos remontes
- No puede adquirir más estaciones de esquí o activos inmobiliarios
Entre los 600 millones de bonos y la renovación de su linea de crédito bancarios, Vail Resorts espera disponer de un efectivo de 1.200 millones de dólares. La compañía es el mayor operador de estaciones de esquí en el mundo, con 37 complejos invernales repartidos por Estados Unidos, Canadá y Australia. Todos ellos excepto Canyons, Northstar y Kirkwood (alquiladas durante 50 años prórrogables automáticamente) los tiene en propiedad.