Las estaciones de esquí que han logrado abrir en estas fiestas navideñas, no lo hubiera hecho sin nieve artificial. Otras ni siquiera han podido ni poner en marcha su sistema de cañones con eficiencia, ya que no se han dado las condiciones.
Estamos por tanto ante una de esas temporadas donde algunas inversiones realizadas adquieren el mayor de los sentidos. Actualmente no disponer de modernos equipos de producción de nieve significa perder en muchos casos
un 40% de los ingresos si le sumamos el Puente de la Purísima. Y esto esperando que vaya a nevar en enero o al menos se den las condiciones para poner en marcha los cañones.
Por otro lado, es un hecho demostrado que la temperatura media se está incrementando, aunque también es cierto que en el caso de los Pirineos es más acentuada
en verano que en invierno. De hecho según las mediciones realizadas, se mantiene el ritmo de precipitaciones en nuestras montañas durante estos últimos decenios. Oscar Balsells de Resteneige especifica que
"por ejemplo en el Pirineo Catalán apenas ha bajado un 2,3%. Los datos que manejamos no nos indican que nieve o llueva menos que antes. También parece ser que el mar, al haber estado más caliente este otoño que otros años, ha tenido una afectación más directa sobre la entrada de bajas temperaturas en estos últimos meses del año."
Balsells afirma que desde hace años se discute el modelo a seguir por las estaciones debido al cambio climático que ya tenemos encima. Según el técnico de
Restneige, algunos dicen que hay que apostar por otras propuestas Outdoor para sustituirlo, pero según creel lo cierto es que el esquí, como motivación primaria para realizar un desplazamiento, no tiene sustituto,
"es como si pensáramos en ir a hacer cayac a un embalse durante unas vacaciones o un fin de semana y éste se encontrara seco, sin apenas agua. Lo más probable es que, aunque ese destino ofreciera otras propuestas, no iríamos a ese lugar ya que nuestro interés se centraba en hacer cayac y nos desplazaríamos a otro embalse que tuviera agua y que pudiera ofrecer similares atributos y servicios que el previsto."
Con esto, Oscar Balsells lo que quiere hacer entender es que si durante estas fiestas teníamos previsto ir a esquiar a una estación del norte de España, si allí no hubiera nieve, iríamos a otra zona donde hubiera pistas abiertas. Pero al mismo tiempo para el técnico de Restneige, un año como este ofrece una oportunidad para ver qué ha pasado en las estaciones que no han podido ofrecer actividade de esquí y han optado por otras alternativas.
¿Y qué puede hacer esta estación que no tiene nieve?
Nuestra opinión es que no es un problema de esa estación en concreto, sino de país. En España se realizan más de 5 millones de días de esquí (han llegado a ser casi 7 millones) que generan miles de puestos de trabajo directos e indirectos durante 4 ó 5 meses al año. Valles enteros sobreviven gracias a la nieve y estamos viendo como estaciones privadas con pérdidas o con grandes deudas, acaban incorporadas a la Administración pública ya que su cierre significaría también el despoblamiento por el fin del principal motor económico de esos pueblos de montaña. Es cierto que las pérdidas de éstas significan un desembolso que se pagan con los impuestos y si se destina recursos para esta partida no se destinan para otras, pero también hay que tener en cuenta lo que genera cada esquiador (por cada euro que deja en la estación, deja entre 3€ y 8€ en el territorio, en función del destino). Por lo tanto, hay que reflexionar sobre ello ya que este sector genera riqueza. También hay que tener en cuenta el coste de oportunidad, es decir, si un esquiador no va a una de estas estaciones, ¿a cuál iría o qué hace?"
Oscar Balselles también pone de relieve que las estaciones próximas a España como
las andorranas están invirtiendo continuamente y que están por delante. Es cierto, pero también lo es que
su “IVA” es del 4,5% y el nuestro del 21%, teniendo unos precios de forfaits similares a los españoles. Es decir, cada año en su bolsillo se encuentran con unos cuantos
millones de euros más para poder acometer inversiones,
"con esto no quiero desmerecer el esfuerzo que hacen los andorranos, ya que por un lado tienen a grandísimos profesionales que gestionan las estaciones (el dinero no lo es todo y hay estaciones en Andorra que hasta hace poco tenían cuantiosas pérdidas y le han dado la vuelta) y por otro, saben a dónde quieren ir, algo de lo que adolecen algunos centros españoles. Hay que felicitarles."
Volviendo al párrafo anterior, en síntesis y sin entrar en otras variables como la gestión, comercialización, situación, etc, nos encontramos con que:
- La mayoría de las estaciones tienen pérdidas.
- La mayoría de las estaciones son públicas.
La tecnología avanza, pero cuesta dinero, muchísimo dinero. Por ejemplo, para producir nieve no es suficiente con tener temperaturas bajo cero como mucha gente cree, sino que la humedad relativa del aire también es muy importante. Pues bien, Balsells, adviert que los márgenes de
temperatura/humedad no son los mismos que hace 20 años; por lo tanto, la renovación es vital para poder abrir durante 4 meses al año. Por otro lado, ya existen
superficies como Neveplast donde se puede esquiar y que no necesitan cañones ni máquinas pisanieves, siendo una solución para poder abrir durante todo el año y asegurar la temporada en el caso de que no nieve e incluso ofrecer cotas más bajas que las actuales.
Si la gran mayoría de estaciones tiene pérdidas, no pueden acometer inversiones con lo que cada vez son menos competitivas y en un futuro a medio plazo, quizás abocadas al cierre."
Existe presión por parte de la población para que no se destinen recursos económicos a instalaciones públicas con pérdidas que se suceden año tras año. Las estaciones generan riqueza; su cierre perjudica a extensos territorios y a las personas que lo habitan.
Por lo tanto, sin inversión no hay futuro para la gran mayoría de estaciones españolas con lo que al ser un sector de vital importancia y además estár repartidas por medio territorio nacional, según
Restneige se deberían tomar medidas
de manera urgente,
"pensamos que la primera solución sería pedir que el iva se redujera al 10% al menos durante unos años y ese diferencial de 11 puntos obligar a las estaciones a realizar inversiones, aunque su cuenta de resultados siguiera siendo negativa. Esas inversiones, además de crear puestos de trabajo en el sector, minimizaría las pérdidas económicas de algunos complejos invernales y deberían servir para que en el plazo de unos años este resultado fuera positivo. Pero con actuaciones realistas y justificadas, y todo ello acompañado de campañas para incorporar a nuevos esquiadores.
Según Oscar Balsells, esta propuesta incentivaría la comercialización por parte de las estaciones ya que cuanto más facturaran, más recursos económicos obtendrían para
invertir y no caer en el conformismo de abrir las puertas y esperar a que vayan esquiadores.
Oscar Balsells finaliza señalando que estas inversines deberían realizarse por supuesto en la propia estación. Por un lado para asegurar la temporada, y por otro para incorporar propuestas outdoor para que pudiera funcionar todo el año, incluso en primavera y verano,
"se evita así que se tenga que invertir en otros sectores como el de la construcción ya que ésta debería motivarse gracias a las primeras, Sembrar ahora para recoger a medio plazo, el debate está servido...