Dada la afluencia a la Sierra este tranvía contaría con un potencial de pasajeros superior al millón de personas al año que podrían incrementarse con paradas intermedias que propongan otros usos y actividades en la naturaleza además del esquí en la estación.
El Tranvía de la Sierra tendría su origen en Huétor Vega y conectaría con el futuro metro ligero, de este modo se disminuiría la presión del vehículo sobre Sierra Nevada y la constante necesidad de construir nuevos aparcamientos que se terminan asfaltando en Pradollano. Además haría muchos más fluido el tráfico en la actual carretera. En ningún caso esta infraestructura solucionaría los atascos en la Sierra, pues resulta evidente que supondría el acceso de más vehículos a la misma.
Mario Ortega, portavoz de Los Verdes ha declarado que dado el abandono de muchas carreteras secundarías, el cual se observa nada más dejar la A-92 en cualquier enlace, no se entiende como se promueve esta obra desde las administraciones con el gran costo que supone económico y ambiental.
El turista que viene a la Sierra desde el Levante ignoraría Granada, generando más demanda hotelera sobre la zona, es incomprensible que las inversiones para Granada siempre se promuevan para favorecer a los mismos sectores, las obras y las grandes empresas hoteleras, olvidándose de las necesidades de la población distribuida por toda la provincia.
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