- Obtener una titulación proporcional a tu experiencia y dedicación,
- Estar en perfectas condiciones a la hora de trabajar,
- Hacer cursos de reciclaje habitualmente,
- Ejecutar las formaciones esquiando lo más perfectas posible,
- Acompañar a tus alumnos también en las colas de los remontes,
- Comentar aspectos técnicos con otros profesores para llegar a conclusiones más acertadas,
- Intentar innovar y mejorar la técnica existente,
- Mantener tu material en buenas condiciones,
- No impartir clases por inercia, sino ver lo que el alumno demanda o necesita, y actuar en consecuencia,
- Ir de manera habitual a tiendas especializadas para estar informado sobre el material,
- Interesarte en conocer las previsiones meteorológicas, así como del riesgo de avalanchas,
- Mantente actualizado en webs, revistas, y programas de TV y radio, acerca de tu profesión,
- Pasar las pruebas de selección para profesor con la mejor nota posible,
- Entrenar y competir cuando tengas la posibilidad,
- Disfrutar diariamente de alguna bajada para la que no hayas sido "contratado",
- Conocer al menos una gran cordillera (Alpes, Andes, Rocosas,...),
- Viajar anualmente a otras estaciones,
- Ir equipado con material actual y vanguardista,
- Preguntarte si realmente te gusta su trabajo, si vales para él, y si estás dando a tu alumno (cliente en éste caso) lo que él espera recibir.
"Técnica y Pedagogía del Esquí Alpino - Manual del Profesor",
de Robert Puente.
Más información en
www.librosdeesqui.com