Todo comenzó el viernes, cuando dejamos atrás los calores suaves del Norte para disfrutar el calorcillo manchego y de la falta de gas en el aire acondicionado. En la A-4 vimos este coche, pero el coche de Jairo, sin estar en llamas, no se sentía más fresquito!
Una vez en Sierra Nevada, la temperatura era más que aceptable, hasta pasamos un poco de frío por la noche. Durante la cena vimos a un zorrito que parece que suele bajar a Pradollano a buscar comida.
Por la mañana temprano estábamos ya preparados para la aventura. Desde la Hoya de la Mora, con unos minutos de porteo, llegamos a la nieve y enfilamos hacia el Veleta.
Y después de varias horas de actividad, cima!
Se nos pasó un poco el punto de la nieve para la bajada, así que entre eso y la nieve que era más barro que nieve no tuvimos condiciones óptimas. Pero no estuvo nada mal, esquiamos bastante a gusto y volvimos al coche con una sonrisa.
Este es el paisaje que se ve desde Pradollano. Lejos de los mejores días de la temporada pero también muy solitario. Pero todavía quedaba fin de semana por delante, así que continuamos inmediatamente con rumbo Sur.
En Motril nos encontramos con Pepe y Cris y los cinco comimos muy a gusto junto al mar, para luego dar un paseo por la playa, sin olvidar claro el baño obligatorio
Muy bonito el hotel que nos eligió Jairo para esa noche, con vistas a la piscina exterior. El hotel hasta tenía cabinas telefónicas como en los años 80! 😮
Luego del momento matutino de playa al día siguiente, pasamos una vez más a los pies de Sierra Nevada para regresar al Norte, no sin antes parar a saludar a Pierre Nodoyuna. Lo de la sidrería móvil quizás sea una buena idea para otra oportunidad 👿
Ningún report está completo sin el documento gráfico de lo que nos alimentó estos días, así que aquí va, hasta la próxima! 🙋♂️